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Acuerdos escritos son la clave para evitar los conflictos por honorarios

31 de octubre de 2013

Germán Corcho Tróchez

Canal de noticias de Asuntos Legales

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El punto más álgido de la relación entre abogados y clientes es el pago de los honorarios. Los motivos varían entre falta de presupuesto y hasta resultados que no fueron beneficiosos para los primeros.

Para evitar los malos entendidos, el Colegio Nacional de Abogados (Conalbos) recomienda que el precio sea acordado al iniciarse el estudio del respectivo caso. “Podrá hacerse por contrato escrito o verbal, aunque se recomienda hacerlo por escrito para seguridad tanto del abogado como del cliente”.

Bernardo Cárdenas, socio del bufete Cárdenas & Cárdenas, asegura que lo importante es que haya factores que se puedan mostrar como resultados de la gestión realizada, si por alguna razón no se hizo un pacto previo.

También es clave, por parte de los clientes, tener presente que no todos los profesionales cobran por igual. Un asociado junior cobra en promedio $250.000 a $300.000 por hora, mientras que el servicios de un socio senior oscilan entre $500.000 y $800.000.

“También depende del sector de la asesoría: no es lo mismo asesorar un tema de fusiones y adquisiciones o una licitación, que en uno laboral. Todo es cuestión del mercado porque así lo demanda”, afirma Cárdenas.

La cuota litis o porcentaje, a diferencia de las tarifas, es la práctica más común. Esta se refiere a la participación económica directa del abogado deducible del dinero recibido por el cliente. Esta, ha dispuesto Conalbos, no podrá ser inferior a 30% del resultado, ni superior a 50% cualquiera fuere el proceso o su duración.

Según los especialistas consultados y documentos elaborados por docentes universitarios, los parámetros principales para el cobro de los honorarios son el prestigio del profesional y su conocimiento en el campo, y la complejidad del asunto. Otros no menos importantes son la labor desplegada, la cuantía de lo que pretende el interesado (en temas administrativos) y su capacidad económica, y la voluntad contractual de las partes.

Ese último parámetro es el que da un carácter privado a las negociaciones, pues el Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia han indicado en distintos pronunciamientos que “a falta de voluntad, se acudirá a las tarifas de los colegios de abogados como criterio auxiliar”.

La voluntad a la que se refieren los tribunales no es otra cosa que “un acuerdo privado” para fijar cantidades de porcentajes y tarifas, estas últimas por lo general establecidas de manera independiente por cada bufete o jurista.

Para mayor claridad con los clientes, una de las disposiciones que pueden tomarse como base son los topes que cada año establece Conalbos, dice el gerente de la firma especializada en propiedad industrial e intelectual Clarke Modet & Co, Alejandro Restrepo. “Son usados como punto de referencia por algunos abogados para establecer sus tarifas, sin embargo cada quien puede pactar por fuera de dichos montos”.

Razones de conflicto
Junto con el dinero por cobrar, una de las causas que deteriora el vínculo con el abogado -es que el servicio no genere el resultado esperado a favor de los intereses del cliente. Sin embargo, el pago de los honorarios no puede condicionarse a cómo concluye el proceso.

El Colegio Nacional de Abogados señala que la obligación del jurista “siempre” es de medio y no de resultado y que “ningún profesional del derecho puede garantizar resultados, ni puede serle exigido este por el cliente o terceros”.

Otro motivo de diferencias son los costos adicionales, en especial cuando el cliente no es informado a tiempo. Lo mejor, antes de hacerlo efectivo, es pedir la autorización previa. “De esta manera evitamos que después de prestar el servicio, sienta que hubo sobre costos o valores no determinados”, dijo Restrepo.

Las opiniones

Bernardo Cárdenas
Socio del bufete Cárdenas & Cárdenas Abogados

“En firmas como las nuestras, los clientes saben que cobramos en base a tarifas horarias. La única sorpresa para el cliente puede ser el número de horas que se gastó en el tema, que puede considerar que fueron demasiadas. En ese momento toca mirar el resultado de la gestión”.

Alejandro Restrepo
Gerente de la firmaClarke Modet & Co

“El costo de los honorarios también varía de acuerdo a la naturaleza del caso que se esté manejando, puesto que algunos temas tienen tarifas fijas mientras que otros, por la evaluación de hechos y de pruebas, se cobran de acuerdo a las horas invertidas”.