Así fue el choque entre Ernesto Samper y Andrés Pastrana por la carta de los Rodríguez Orejuela

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Ayer Colombia retrocedió 26 años y todo por cuenta de una carta de los hermanos Rodríguez Orejuela, los jefes del cartel de Cali. Como si hubiésemos entrado en una cápsula del tiempo, que nos condujo a 1995, los medios de comunicación volvieron a hablar del Proceso 8.000 y de los escándalos de Dragacol y Chambacú.

“Señor expresidente Pastrana (...) usted señala y al mismo tiempo pretende posar de víctima de la corrupción sin incluirse usted mismo en dicha corrupción”. Con esta frase los Rodríguez Orejuela (Miguel y Gilberto) iniciaron la carta con la que respondieron vía correo electrónico a la acusación que hizo el expresidente de la República, Andrés Pastrana, ante la Comisión de la Verdad.

Lo que hizo Pastrana, por voluntad propia, fue aprovechar el espacio que se le concedió para asegurar que el narcotráfico financió la campaña del expresidente Ernesto Samper y presentó como prueba una copia de otra carta de los Rodríguez Orejuela (que data del año 2000) en la que, supuestamente, aceptaban haber entregado dinero a personajes como Samper.

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Más allá de un cruce de palabras entre ambos expresidentes, lo que nadie se esperaba es que los hermanos Rodríguez Orejuela revelaran que esa carta escrita hace dos décadas fue producto de un chantaje que les hizo Pastrana a través del médico Santiago Rojas. Este último fue quien los visitó en la cárcel La Picota y les pidió que la única forma de que no los extraditaran a EE.UU. era escribiendo una carta en la que implicaran a Samper y a Serpa. La idea era tener esa carta como un “as bajo la manga” por si a Samper le daba por desprestigiar a Pastrana por los contratos de Dragacol y Chambacú.

Y se desató de nuevo la polémica. El primero en responder fue Samper, quien publicó en Twitter un comunicado de dos párrafos: “Estoy sorprendido por las explosivas declaraciones de los Rodríguez Orejuela sobre el comportamiento indigno del expresidente Andrés Pastrana al montar, como presidente de la República, un entrampamiento criminal contra Horacio Serpa y contra mí por denunciar los graves casos de corrupción de la época de Dragacol y Chambacú”. Samper continuó su carta: “El expresidente Pastrana tiene que explicarle al país su conducta en estas circunstancias y las autoridades judiciales (...) El país tiene derecho a saber la verdad que intentó ocultar el expresidente Pastrana en su insólita presentación en la Comisión de la Verdad”.

Minutos después, Pastrana hizo lo mismo en su cuenta de Twitter con un comunicado más extenso de ocho puntos, con el que desestimó la veracidad de la autoría de la carta de los hermanos Rodríguez Orejuela que reveló la periodista Darcy Quinn.

“La comunicación no desmiente en ninguno de sus apartes, la carta firmada por los Rodríguez Orejuela sobre la financiación del cartel de Cali y otros narcotraficantes a la campaña de Ernesto Samper en 1994. Por el contrario, ratifica una vez más, que el narcotráfico compró la Presidencia en ese entonces”, dijo. Y agregó: “Durante mi gobierno fueron extraditados más de 100 jefes del narcotráfico. Aunque los Rodríguez Orejuela estaban presos por ese mismo delito, no pudieron ser extraditados entonces porque la Constitución del 91 y la ley que el gobierno Samper tramitó no permitía la extradición por hechos anteriores a su expedición”, señaló.