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“Por la 'especificidad del deporte' el fútbol tiene dos dimensiones: la económica y la social”

Pierre Ancines/LR

José Alejandro Sierra, asociado senior líder de la práctica de Derecho Deportivo en Brigard Urrutia, habló sobre los contratos en el fútbol

16 de octubre de 2020

Laura Vita Mesa

lvita@larepublica.com.co
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Una de las consecuencias de la pandemia fue la suspensión del fútbol, que tuvo implicaciones económicas para los diferentes equipos que derivaron, entre otras, en dificultades para poder pagar a los jugadores. José Alejandro Sierra, asociado senior líder de la práctica de Derecho Deportivo en Brigard Urrutia, explicó algunas especificaciones de los contratos del mundo deportivo.

¿Cómo se llega a donde está el Cúcuta, que tiene suspendido el reconocimiento deportivo?

El reconocimiento deportivo puede ser suspendido cuando se incumplan las disposiciones legales, reglamentarias o estatutarias que rigen al club y que afecten a deportistas y terceros.

Una de las afectaciones más graves que pueden sufrir los jugadores es el incumplimiento en el pago de sus obligaciones laborales y de protección social, y que, en el caso del Cúcuta Deportivo, fue el motivo principal para que el Ministerio del Deporte iniciara la investigación y procediera a imponer la sanción en primera instancia.

¿Qué implica perder el reconocimiento y cómo se recupera?

Los clubes profesionales solo podrán desarrollar actividades con deportistas bajo remuneración si cuentan con el reconocimiento deportivo. Para los profesionales es indispensable además contar con el reconocimiento para estar afiliados a la Federación Colombiana de Fútbol y a la Dimayor.

Los Estatutos de la Dimayor determinan que la suspensión del reconocimiento ocasiona la suspensión de su afiliación, por lo que el club no podría hacer parte de ninguna de las competiciones durante el tiempo que dure la suspensión que, si alcanza el término de seis meses, se convertiría en causal de pérdida de la afiliación.

LOS CONTRASTES

  • Paola GuerreroAsociada senior de Brigard Urrutia

    “Los clubes que se acogen a un proceso de reorganización empresarial lo hacen para normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, de manera que puedan preservar su viabilidad como unidad económica”.

¿Qué especificidades tienen los contratos de los futbolistas?

La relación entre los clubes y jugadores es de carácter laboral, lo que quiere decir que se trata de acuerdos regulados por la legislación del trabajo. A pesar de lo anterior, los contratos laborales en el mundo del fútbol deben respetar los principios internacionales determinados por las regulaciones de la Fifa y por el Estatuto del Jugador determinado por la FCF.

¿Eso qué implica?

El primer concepto diferenciador es la “especificidad del deporte” por medio del cual se ha entendido que este se caracteriza por tener dos dimensiones: la económica y la social. Esto lleva a que el deporte sea más que un negocio al tener un rol de alto impacto en la sociedad, lo que hace necesario que se garantice la incertidumbre sobre los resultados y se mantenga un equilibrio competitivo entre los clubes.

Por eso, hay principios obligatorios en el desarrollo de las relaciones laborales, entre los que está el de estabilidad contractual que determina que los acuerdos deben ser respetados por las partes, su terminación solo puede obedecer a una justa causa, el contrato de no puede ser finalizado durante el curso de una temporada y, si se evidencia la terminación de la relación laboral sin justa causa, se originará la obligación de pagar una indemnización a favor de la otra parte.

¿El principio de estabilidad se aplica igual que en los otros contratos laborales locales?

No, y ha sido objeto de discusión. Sin embargo, los principios contractuales de los contratos laborales existentes en el fútbol fueron consagrados con el objetivo de garantizar la especificidad del deporte y, de esta forma, evitar que la competición pudiera verse perjudicada por el traspaso de jugadores de un club a otro en el transcurso de una competencia.

Eso, claramente, podría afectar no solo a los clubes, que podrían verse gravemente debilitados por la pérdida de jugadores, sino también a los futbolistas, quienes podrían correr el riesgo de no contar con un club empleador en medio de una competición. Esto teniendo en cuenta que, además, la negociación entre clubes y jugadores y la inscripción de estos últimos para que puedan jugar en los torneos de los clubes, se encuentra limitada a periodos específicos en el año.

El fútbol se reactivó, pero los equipos siguen sin recibir ingresos por taquilla. ¿Qué consecuencias puede traer esto?

En 2019, 16,7% de los ingresos fueron por taquilla, por lo que la reactivación sin público es un golpe financiero. Es el momento de que los clubes hagan un análisis interno de la forma en que llevan a cabo su actividad comercial para determinar fórmulas de reorganización empresarial y fijación de nuevas estrategias de negocio que impulsen y diversifiquen la industria. Para esto es necesario que los 36 clubes trabajen en equipo para modernizar el manejo de este deporte.