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ESTÁNDARES AMBIENTALES Y SOCIALES PARA EL FINANCIAMIENTO DE PROYECTOS
Algunas entidades de financiamiento no son ajenas a los impactos sociales y ambientales generados por los proyectos y, en el marco de la responsabilidad social, exigen, cada vez más, estándares ambientales y sociales que mitiguen los riesgos derivados de los mismos. Cumplir con estos estándares no sólo ayuda a obtener y mantener el financiamiento, sino que permite optimizar recursos implementando métodos de eficiencia energética, sistemas de control y monitoreo, entre otros, que a largo plazo terminan generando un ahorro económico representativo para los proyectos.
¿Qué son los estándares ambientales y sociales? Son los parámetros de carácter ambiental y social que exigen algunas entidades que financian proyectos, con el propósito de evaluar a quién se le otorga una financiación, o si - a quien le fue otorgada - está cumpliendo con dichos parámetros. Estos estándares están diseñados bajo la premisa de que atender los aspectos sociales y ambientales contribuye a la realización de buenos negocios, y conduce a un desarrollo sostenible.
¿Dónde se encuentran establecidos?
Los estándares ambientales y sociales no se encuentran establecidos en un solo documento. Entidades como la Corporación Financiera Internacional (institución del Banco Mundial encargada de la inversión del sector privado), el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, las agencias de créditos para las exportaciones e incluso, bancos comerciales entre muchos otros, han desarrollado diferentes estándares, para la gestión de temas sociales y ambientales en relación con el financiamiento de proyectos.
¿Cuáles son los rasgos característicos que comparten la mayoría de estos estándares?
Los estándares ambientales y sociales están creados bajo el entendido que, previo a la gestión de los riesgos, deben identificarse y evaluarse los mismos. El primer paso consiste en la implementación de un mecanismo de evaluación y revisión de los impactos; así como de un sistema de categorización de los proyectos. Dependiendo de variables como el área de influencia, o la naturaleza y escala del proyecto, estos se categorizan como proyectos (i) tipo A: con impactos ambientales o sociales diversos, irreversibles y sin precedentes; (ii) tipo B: con impactos ambientales o sociales que afectan un lugar específico, que son reversibles y manejables con medidas de mitigación; y (iii) tipo C: de impacto ambiental mínimo o nulo. La mayoría de los estándares comprenden la diversidad biológica, el cambio climático, el patrimonio cultural, la adquisición de tierras y el reasentamiento involuntario, la definición de condiciones laborales dignas y las normas mínimas de seguridad industrial, entre otros temas.
¿Existe un trato diferencial vinculado al lugar dónde se encuentra localizado el proyecto?
Sí, es el caso del Banco de Inversión Nórdico (Nordic Investment Bank) que aplica estándares diferentes, según se trate de proyectos dentro de la Unión Europea o del Área Económica Europea. También ocurre con los Principios de Ecuador, donde resulta trascendental que el proyecto sea parte de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, además de que el mismo sea calificado como de altos-ingresos, de conformidad con los indicadores de desarrollo del Banco Mundial.
¿Cuál es el avance más reciente sobre estándares ambientales y sociales en Colombia?
Bancóldex, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP-FI) y Bancolombia, estructuraron la propuesta del Protocolo Verde. Este protocolo recoge los principios y directrices en esta materia, de manera que la relación de la banca con los temas ambientales y sociales se materialice en un documento institucional, con vocación de ser una declaración no obligatoria.
María Camila Quintero
Área de derecho financiero