"Desregularizar el sector TIC permitirá a los operadores realizar mayores inversiones"
Para Gustavo Tamayo, socio de Lloreda Camacho & Co, es esencial que el Gobierno licite más espectro para la tecnología 5G
05 de junio de 2020Contenido
La pandemia por el covid-19 no solo ha traído diferentes lecciones en materia de salud, de prestaciones sociales o de economía. El aislamiento obligatorio también reveló la necesidad de hablar sobre los retos de las telecomunicaciones y obligó a poner sobre la mesa la necesidad de garantizar el acceso a la conectividad. En entrevista con AL, el director de los departamentos de Litigios y de Telecomunicaciones de Lloreda Camacho & Co, Gustavo Tamayo, explicó la necesidad de poner en funcionamiento las tecnologías 5G.
¿Cómo ve los planes que ha venido adoptando el Gobierno en materia de conectividad?
Es evidente que el Gobierno en materia TIC tiene como una de sus prioridades lograr la conectividad y el acceso cada vez mayor de los colombianos. Muestra de esto son las políticas públicas que tienden a priorizar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en zonas alejadas y de difícil acceso a las que antes difícilmente tenían esperanzas de contar con servicios de telecomunicaciones de calidad. En este sentido, los planes son prometedores, bien intencionados y funcionan articulados directamente con los operadores de servicios de telecomunicaciones para ser logrados, los cuales han demostrado su compromiso con la conectividad del país, con la adopción de las tecnologías y con prestar servicios cada vez de mejor calidad.
¿Cuál es el mayor reto para el desarrollo de las telecomunicaciones en el país?
Indudablemente estamos viviendo en un mundo digitalizado, donde las telecomunicaciones han mostrado ser una herramienta indispensable para el desarrollo de todos los sectores de la economía de un país y en ese sentido Colombia debe preparar, cada vez más, un entorno favorable a la recepción de nuevas tecnologías, a la recepción de facilidades y aplicaciones digitales que favorecen en igual medida a personas, empresas privadas y entidades públicas, el país debe propender por un entorno favorable para la inversión en materia TIC, con reglas claras para los inversionistas y con estabilidad jurídica que permita esas inversiones a largo plazo.
En este sentido, un reto que tiene el país, y que ya ha sido evidenciado en diferentes escenarios públicos por la Comisión de Regulación de Comunicaciones y el Ministerio TIC, es la desregulación del sector, pues no es congruente pensar en un desarrollo fluido de este sector cuando sus principales actores, y con esto me refiero a los operadores de diferentes servicios de telecomunicaciones, tienen cargas regulatorias excesivas que impiden, o bien prestar servicios tecnológicos avanzados, o bien destinar una mayor parte de dinero a inversión en la mejora de servicios actuales o en la adopción de nuevas tecnologías. Sin duda, de la progresiva desregularización que propenda el ente regulador y el MinTIC, dependerá el futuro del sector TIC en Colombia y el acceso de los colombianos a servicios de última tecnología y de excelente calidad.
¿Cómo ha visto el rol de las empresas prestadoras de servicios de internet, telefonía y televisión en medio de la cuarentena?
Estas empresas han mostrado una gran fortaleza frente a la coyuntura que atraviesa el país. Es importante resaltar que se vieron inesperadamente forzadas a atender un aumento importante en la demanda de internet que, según datos de la Comisión Regulatoria de Comunicaciones (CRC), durante abril tuvo un incremento de 38%, claramente por el teletrabajo y las actividades que ahora han sido virtualizadas. Sin embargo y como la misma CRC lo ha afirmado, los operadores de internet fijo han estado a la altura de este reto con la gestión adecuada de sus redes. A manera de actualización, es importante mencionar que durante los primeros días de mayo la CRC ha monitoreado una reducción del 2.8% en el tráfico de Internet fijo, debido, seguramente, al desconfinamiento gradual, lo cual nos permite decir ahora que el reto asumido por los prestadores de internet fijo ha sido superado.
¿Cuáles son algunas de las condiciones regulatorias para favorecer la adopción de la tecnología 5G en Colombia?
Es esencial que el Gobierno licite más espectro para que los operadores pongan en funcionamiento tecnologías 5G, por ejemplo, la banda de 3,5 GHz que es la más utilizada en otros países que ya están incursionando en 5G. Así mismo, debe propenderse por desregularizar el sector lo cual permita a los operadores realizar mayores inversiones en las avanzadas tecnologías y redes que implica el funcionamiento del 5G. Adicionalmente, es importante resaltar que las redes 5G traen consigo servicios de importante influencia en la población, como son los servicios de Internet de las Cosas (IoT), el mejor aprovechamiento del Big Data y los beneficios de la inteligencia artificial con acceso a mayor número de personas, lo cual requiere un cambio cultural que debe ser impulsado desde el Gobierno con ayuda de los operadores
Es importante mencionar que el MinTIC está adelantando un “Piloto 5G” con los principales operadores del país, y que actualmente se está asignado un espectro temporal a dichos operadores para que pongan en marcha proyectos 5G, en alianzas con otros sectores, como el sector salud, para demostrar precisamente los beneficios que estas redes traen para la población. Estamos a la expectativa de los resultados de esas pruebas que seguro se verán en los próximos meses.
Después de la subasta del espectro, ¿qué es lo que viene? ¿cuáles son los retos del MinTic?
Con la más reciente subasta de espectro, en especial, con la subasta de la banda de 700MHz, los operadores Claro, Partners y Tigo asumieron una importante obligación de cobertura en localidades alejadas y de difícil acceso del país, así como la actualización de sus redes en otras tantas localidades, lo cual traerá, sin lugar a dudas, evidentes beneficios para los usuarios, no solo para poblaciones que no cuentan con el servicio, sino para aquellas poblaciones que ya lo tienen, pero que recibirán una mejor calidad del mismo con la actualización de las redes. Lo que viene es entonces, un importante despliegue de redes. Lo que viene es entonces, un importante despliegue de redes de telecomunicaciones a lo largo y ancho del país, y una mejora substancial en la calidad de los servicios móviles, lo que necesariamente requiere de grandes montos de inversión por parte de estos operadores.
Respecto de los retos del MinTIC, estos son claros y los hemos mencionado a lo largo de esta entrevista, es fundamental el acompañamiento de esa autoridad a los operadores que tienen la carga de llevar la cobertura a las localidades comprometidas y la actualización tecnológica, y con ello me refiero a la necesidad de facilitar el acceso del personal de los operadores a aquellas zonas con presencia de grupos armados irregulares, y facilitar la instalación de infraestructura en diferentes municipios que han sido reacios a permitirla, haciendo una convocatoria con las autoridades legales, llegando a acuerdos que permitan el rápido despliegue de infraestructura en las regiones. Es importante resaltar, que, en virtud de la pandemia, el MinTIC redujo los tiempos de respuesta de parte de autoridades para autorizar la instalación de infraestructura, la cual es una medida importante que consideramos debe mantenerse más allá del Estado de Emergencia por covid-19.
¿Considera que falta una mayor cobertura en diferentes regiones del país?
Sí, los operadores están realizando un gran esfuerzo para llegar cada vez a más regiones alejadas y de difícil acceso, pero la carga, como ya lo hemos dicho, no puede quedar exclusivamente en ellos, y reiteramos, el acompañamiento del Gobierno en esta tarea resulta crucial.
¿Cómo le ha parecido la función de la Comisión de Regulación de Comunicaciones?
Últimamente el ente regulador ha mostrado su intención de ir hacia una desregulación progresiva del sector, lo cual, en nuestra opinión, es una decisión acertada, sin embargo, ese objetivo debe materializarse de manera más eficaz y proactiva, y no quedarse como un simple objetivo. De la velocidad con que se logre esa desregulación depende en gran parte el futuro de las telecomunicaciones en el país.