"En infraestructura, el mayor tiempo cuesta plata, produce sobrecostos y pérdidas"

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Debido a la cuarentena nacional por la expansión del Covid-19, muchas de las grandes obras de infraestructura tanto públicas como privadas tuvieron que detener los procesos de construcción. Esta situación ha generado atrasos para finalizar las obras y podría generar también problemas con las concesiones y los bancos, que financiaron los proyectos.

Asuntos Legales decidió entrevistar a Ximena Zuleta, socia en los grupos de Infraestructura y APPs para la firma de Dentons Cardenas & Cardenas, con la idea de analizar las afectaciones que tendrá el sector de la infraestructura en medio de esta crisis.

¿Cómo afecta el Covid - 19 en las concesiones que se estaban llevando adelante en el país?
Todas las actividades que se estaban llevando a cabo, salvo unas pocas excepciones, se verán seriamente afectadas por el Covid - 19 y por toda la normativa que ha sido expedida por el Gobierno Nacional para enfrentar la pandemia, especialmente, por el aislamiento preventivo obligatorio y por la limitación a la libre circulación de personas y vehículos en todo el territorio nacional, ordenados por el Decreto 457 de 2020.

Las concesiones que están en etapa de operación verán afectados sus ingresos por la disminución en el recaudo de peajes, en el caso de las concesiones viales y de otro tipo de ingresos y tasas, en el caso de las concesiones aeroportuarias y portuarias. Las concesiones en etapa de construcción se verán afectadas por la paralización de las obras cuya finalización tardará más tiempo del previsto. En materia de infraestructura, el mayor tiempo cuesta plata, produce sobrecostos y pérdidas.

¿Qué implicaciones legales van a tener las concesiones ya firmadas? ¿Qué se puede tener en cuenta en los contratos?
En los contratos de concesión firmados se van a presentar una gran cantidad de situaciones de hecho con efectos legales y contractuales. Por ejemplo, se presentarán hitos, cronogramas de obra y otras obligaciones que el concesionario no podrá cumplir en tiempo.

Habrá también obras suspendidas con enormes costos ociosos para el concesionario e ingresos perdidos, entre otras muchas cosas. Vendrá la discusión legal y contractual, de si estamos ante un evento de fuerza mayor, ante un evento eximente de responsabilidad, ante una situación de hecho a la que se le aplique la teoría de la imprevisión o el hecho del príncipe. Y, sobre todo, vendrá la pregunta de quién debe asumir el riesgo económico de lo sucedido.

¿Qué recomendaciones o alternativas le puede sugerir a las empresas que están en el sector de infraestructura?
Los concesionarios deben evaluar, con apoyo técnico y financiero, el impacto que van a sufrir los proyectos a su cargo y luego, con apoyo legal, deben revisar los contratos correspondientes para identificar cláusulas relevantes, como aquellas relativas a la fuerza mayor, las suspensiones, los riesgos, los eventos eximentes de responsabilidad, de terminación anticipada, obligación de mitigar perjuicios, etc. Con el panorama completo - técnico, financiero y legal-, deben identificar posibles fórmulas de negociación con las entidades contratantes.

¿Qué tener en cuenta para evaluar la situación de cara a los contratos de crédito suscritos para evitar incurrir en incumplimiento a las condiciones pactadas?
Los concesionarios tendrán que revisar sus contratos de crédito para identificar obligaciones que posiblemente no podrán cumplir en los tiempos previstos, no solo en materia de pagos, sino además en materia de hitos que deban acreditar ante los financiadores en los próximos meses.

Hecha esta revisión y con asesoría legal y financiera, deberán entrar en conversaciones con los acreedores para adelantar las renegociaciones que correspondan.

A partir del Covid - 19, ¿cuáles son los principales desafíos que se presentan para el sector de la infraestructura en este año?
En cuanto a los proyectos en marcha, los principales desafíos serán lograr su continuidad y enfrentar las renegociaciones de los contratos correspondientes, como contratos de concesión, de obra pública, de consultoría, etc. que parecen inevitables. En cuanto a proyectos futuros, el desafío será lograr ponerlos en marcha, y despertar el interés a pesar de las actuales incertidumbres.