“La propiedad intelectual funciona como indicador económico y de inversión extranjera”
Carlos Olarte, socio director de OlarteMoure, dijo que la firma proyecta cerrar el año con $40.000 millones en ingresos operacionales
10 de diciembre de 2025Contenido
OlarteMoure se ha consolidado en poco más de 20 años en una de las firmas más destacadas del sector legal. Pasó de un equipo de siete profesionales a más de 180 en dos décadas y está dentro de os despachos de mayor facturación anual.
Carlos Olarte, socio director y cofundador de la firma, aseguró que esperan superar más de $40.000 millones en facturación este año y aseguró que la práctica de propiedad intelectual es un indicador rezagado de la economía y de cómo está la inversión extranjera en Colombia.
¿Cómo ven el cierre de año? ¿Cuáles son las proyecciones que tienen en la firma?
Han sido dos años complicados, los últimos dos. Nosotros, la mayoría de nuestros ingresos, yo diría que 60%, dependen de clientes del exterior y 40% de clientes domésticos. En la parte nacional ha sido muy complicada la situación.
Vemos, en los últimos meses, una recuperación importante, creo que con base en un optimismo local. Y en la parte internacional servimos como una especie de indicador rezagado de Inversión Extranjera Directa. Estamos viendo algunas decisiones postergadas volviendo a reactivarse, volviendo a retomarse. Entonces, vemos a gente que está interesada en explorar las posibilidades, pero, en un ciclo electoral como el que tenemos, cualquier tweet, como estábamos conversando previamente, genera muchísima incertidumbre.
¿De cuánto será el cierre en términos de ingresos operacionales?
Estamos tratando de superar los $40.000 millones, con un leve crecimiento respecto al año anterior.
Quisiera que profundizáramos en algo que usted acaba de mencionar: la propiedad intelectual, como práctica, funciona como un indicador rezagado de la economía. ¿Podría explicarnos un poco más en qué consiste esto y por qué es tan relevante para la inversión extranjera directa?
Cuando una compañía, sea una multinacional o una multilatina, está tomando decisiones sobre invertir en un proyecto, entrar a un país o abrir una nueva sucursal, uno de los pasos que necesariamente debe resolver es la protección de su propiedad industrial. Estos activos, que incluyen marcas, patentes y en algunos casos derechos de autor, deben solicitarse y registrarse en el país ante la oficina correspondiente antes de realizar la inversión. Si uno es prudente, todo esto debe estar en orden antes de comenzar operaciones.
De esa manera podemos darnos cuenta de que, cuando estas solicitudes empiezan a presentarse, la compañía ya está pensando seriamente en entrar. Por ejemplo, si un Walmart quisiera entrar a Colombia, empezaríamos a ver movimiento previo en registros de marcas, pero ese tipo de actividad anticipa decisiones de inversión. Por eso es tan importante monitorear estos movimientos.
Hablemos un momento de la firma. ¿Cómo han sido estas más de dos décadas de trabajo que los llevaron a convertirse en una de las firmas más grandes del país?
Sí, es una historia que ya cumple más de 20 años. Nosotros somos una de las firmas de propiedad industrial más nuevas que ha tenido un buen nivel de crecimiento. Desde el comienzo lo tenía muy claro: mi sueño no podía cumplirse sin un equipo medianamente grande. Esto no podía ser una práctica familiar o unipersonal; necesitaba contar con un equipo sólido.
El desarrollo de la firma se dio en la industria de innovación, tanto extranjera como local. Desde el comienzo hicimos una apuesta enorme por la innovación nacional: proyectos de etapa temprana, universitarios, iniciativas dentro de empresas locales que querían crecer. Para eso se necesita proteger, y ahí intervenimos. Ese crecimiento también vino acompañado por la expansión hacia áreas que las industrias requieren para una recuperación fuerte. Por eso tenemos, por ejemplo, nuestra área de compliance y lo que llamamos derecho de mercados: competencia desleal, protección al consumidor, etc.
Ha sido un crecimiento orgánico, siempre contando con la confianza de nuestros clientes, quienes nos han ayudado enormemente a alcanzar el posicionamiento que hoy tenemos a nivel local, nacional y global.
¿En dónde tienen las oficinas? ¿Alguna nueva apertura que nos puedan adelantar?
Tenemos oficina en Bogotá, en Cali, en Barranquilla y en Bucaramanga. Adicionalmente, contamos con presencia en Asia, específicamente en Tokio. Allí no prestamos servicios jurídicos japoneses, sino que operamos como una base en ese huso horario para atender a toda Asia, que también es una fuente importante de clientes. Es fundamental poder atenderlos de manera muy inmediata, y esa presencia nos lo permite.
¿Han tenido interés de pronto en abrir una oficina aquí en la región?
La idea de un modelo similar al de ClarkeModet, donde se tienen oficinas propias en distintos países, resulta muy tentadora. Nosotros exportamos aproximadamente US$3 millones en trabajo anualmente, incluyendo Estados Unidos y Europa, y una parte importante de esa cifra corresponde a Suramérica. Muchas veces nos encantaría tener una oficina propia en la región; es algo que estamos estudiando y que vemos como una posibilidad real. Sin embargo, existen muchos factores y variables que debemos evaluar antes de tomar una decisión de ese tipo.
¿Algún país en especial?
Yo soy mitad peruano, así que me encantaría que fuera allá. Me crié en Lima.
¿Cuál es el futuro de la propiedad industrial? ¿Qué piensa sobre lo que viene?
Gracias por esa pregunta. Empiezo por algo: a los abogados, no solo en Colombia, sino en toda Suramérica, a veces nos ven como simples tramitadores. Piensan que cualquiera que se acaba de graduar va a la Superintendencia, radica una marca y listo. Y no, eso no es así.
Creo que estamos viviendo una verdadera revolución: casos de inteligencia artificial, temas de derechos de autor, lo de Frisby en España, el litigio de patentes esenciales en Colombia… La práctica se está sofisticando muchísimo. Estamos preparando al cliente para que sus derechos de propiedad industrial realmente le sirvan, para que impacten la rentabilidad de su operación y la sostengan. Y para poder hacer eso, nosotros también debemos sofisticarnos. Y eso ya está ocurriendo.
¿De qué se trata la apuesta del ecosistema deeptech?
Creemos en la riqueza de la innovación y en la importancia de protegerla a través de la propiedad industrial, en particular mediante patentes. Cuando pensamos en nuestros clientes domésticos, vemos que muchos están tratando de entender cómo funciona este sistema: es casi un juego, cómo lograr proteger una idea a nivel mundial.
Por eso siempre nos ha parecido fundamental ayudar a incentivar un ecosistema de innovación. Hay muchas personas y organizaciones trabajando en esto. Nosotros, en particular, pensamos en la innovación científica en etapa temprana, lo que se conoce como deeptech. Y sí hay deep tech en Colombia: en las universidades, en esfuerzos aislados, en el mundo corporativo; hay ideas buenísimas que vale la pena apoyar.
Antecedentes
Olarte obtuvo títulos en Ingeniería Biomédica y Mecánica de Duke University en 1990, y en Derecho en el Chicago-Kent College of Law en 1993. Posteriormente, convalidó su título de abogado en la Pontificia Universidad Javeriana en 1994. Estuvo vinculado a una prestigiosa firma internacional de abogados desde 1993 hasta julio de 2003, cuando inició su propia práctica profesional como cofundador de OlarteMoure. Ha sido profesor auxiliar en la Universidad Externado de Colombia.