Instalada la mesa para los diálogos de paz
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El pasado 18 de octubre fue instalada formalmente la mesa de diálogo entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Farc-, desde Hurdal Noruega, donde las partes expusieron sus puntos de vista sobre el proceso quedando claro que es un propósito conjunto de alcanzar la paz.
De esta manera, el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Farc-, iniciaron formalmente la llamada segunda fase de una negociación de paz para poner fin a un conflicto que se extiende desde hace casi medio siglo.
En sus primeras intervenciones, los jefes negociadores de las dos partes, Humberto De La Calle del Gobierno y Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez” de las Farc, evidenciaron su posición sobre lo que será la segunda fase del proceso y las implicaciones que tendrá un acuerdo final. Una de las conclusiones más claras de la intervención de De La Calle fue que en el transcurso de las negociaciones se discutirán los cinco puntos que contiene la agenda pactada entre el Gobierno y las Farc, siendo enfático al afirmar que, los diálogos de paz se desarrollarán exclusivamente de conformidad a lo que se estableció en la primera fase del proceso.
Esta agenda que ambas partes acordaron tiene cinco puntos esenciales que incluyen desarrollo agrario, participación política, fin del conflicto, narcotráfico y víctimas; temas a discutir en Cuba en la tercera fase del proceso.
Añadió que “Una vez se firme el acuerdo final que le ponga terminación al conflicto armado interno, las Farc, podrán hacer política, como organización”, dijo el Vicepresidente De La Calle y aseguró que habrá plenas garantías para su transformación en una fuerza política desarmada. De La Calle también le recordó a la guerrilla que uno de sus compromisos es reconocer y reparar a sus víctimas y que todo se hará a través de mecanismos de justicia transicional y respetando los acuerdos internacionales en materia de justicia firmados por Colombia.
Agregó el Vicepresidente que “Este es un momento de esperanza, no es una esperanza ingenua, pues sabemos que hay dificultades enormes y tenemos una dosis de optimismo, pero es un optimismo moderado. Sin embargo, creemos que existen oportunidades reales para alcanzar la paz”.
Por su parte, varias frases de alias “Iván Márquez” marcaron el tono conciliador de las Farc, pero a su vez alertaron al Gobierno, dijo, por ejemplo, que “hemos venido con un ramo de olivo en nuestras manos”, pero pidió “no confundir el diálogo con debilidad”. Según Márquez, “la paz no significa el silencio de los fusiles, ni la simple desmovilización, sino que incluye la transformación de la estructura del Estado, así como el cambio de las formas políticas, económicas y militares”.
No desaprovechó oportunidad para insistir en la presencia de Juvenal Ovidio Ricardo, alias “Simón Trinidad”, en la mesa de los diálogos de paz.
Por último agregó: “Presidente Santos, fundemos la paz tomando como base los anhelos de la nación, convocamos a todos los sectores sociales del país”, dijo “Márquez” e invitó a hacer parte de los diálogos, a los directivos de partidos políticos y a organizaciones como Colombianos y Colombianas por la Paz, a la iglesia y desplazados, entre otros.
En conclusión, acabar la guerra no significa que habrá paz inmediatamente, la finalización del conflicto es la antesala de la paz, así esta agenda pactada le permita a las Farc exponer sus ideas pero sin armas.