“La falta de justicia en las naciones es el primer síntoma y el final de las sociedades fracasadas”
Luis Almagro, secretario general de la OEA, recalcó en el marco del World Law Congress la importancia de la democracia en los países
04 de diciembre de 2021Contenido
Ayer fue la clausura del World Law Congress, evento organizado por la World Jurist Association y que contó con la participación de múltiples juristas de todo el mundo que discutieron en Barranquilla, sede de este año, cuáles son los retos de las estructuras democráticas y los Estados de Derecho en el mundo.
Uno de los paneles finales en la jornada del 2 de diciembre fue el moderado por Tamara Sujú Roa, representante de la WJA ante la CPI, que trató el tema de los derechos humanos y justicia como pilares básicos para el fortalecimiento de los sistemas democráticos. Los panelistas presentes en la discusión fueron Luis Almagro, secretario general de la OEA; Marta Lucía Ramírez, vicepresidente y canciller; Santiago Cantón, exdirector de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; Hermann Tertsch, vicepresidente del Grupo ECR; y Karen Longaric, excanciller de Bolivia.
Sujú Roa dio la apertura al debate afirmando que la democracia es la base del Estado de Derecho y la justicia en las naciones. “En los sistemas democráticos florecen los derechos humanos y los derechos florecen en democracia”, afirmó. La moderadora, sin embargo, dijo que en pleno siglo XXI, una centuria en que la humanidad ha alcanzado el máximo desarrollo tecnológico de su historia, aún se siguen presenciando crímenes causados por gobiernos autoritarios.
Marta Lucía Ramírez continuó con el hilo del tema al decir que el siglo XXI, si bien tiene aún falencias en materia de democracia, es el momento determinante para continuar con la defensa de los derechos humanos, el Estado de Derecho y las estructuras democráticas de las naciones. “La democracia es una idea que tiene más de 2.000 años, pero en el siglo XXI tiene la oportunidad de convertirse en un hecho. Lamentablemente estamos presenciando regímenes autoritarios a nivel regional. Ya no se trata solamente de Cuba, Venezuela y Nicaragua, sino de otros países”, agregó.
La Vicepresidente y Canciller de la República añadió que con el paso de los años la búsqueda de la democracia se ha limitado al momento en que hay elecciones. No obstante, la alta funcionaria afirmó que la democracia está presente desde la transparencia de los procesos electorales. “También debemos tener presente qué viene después con el Gobierno electo, que de verdad sea democrático y que respete la libertad de poderes y que sea un verdadero gestor para los derechos de los ciudadanos”, afirmó.
Ramírez finalizó con un dato revelador: en los últimos 12 años se ha reportado una caída en la confianza de la democracia. Según su explicación, tan solo se estabilizó en 2020 y mejoró un punto porque los ciudadanos se dieron cuenta de la importancia del Estado y su rápida acción durante la crisis sanitaria.
En su intervención, Almagro logró esbozar cuál es uno de los mayores elementos que afectan a la democracia: la justicia. La falta de este ingrediente en las naciones “es el primer síntoma y el final de las sociedades fracasadas”. El funcionario agregó que los derechos humanos, el Estado de Derecho, la separación de poderes y las elecciones libres y periódicas son los pilares que distinguen a un país de un régimen.
“Los países han creado un rico patrimonio jurídico que inició con la propia carta de la OEA, junto con estas normas se fue fortaleciendo también la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En nuestra región ha habido momentos dolorosos que se ha relegado el Estado de Derecho”, afirmó.
Sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Santiago Cantón aseguró que, a pesar de las dificultades, es uno de los sistemas más eficientes del mundo. “No se compara con ningún otro sistema de protección, incluyendo el europeo”, señaló. Sobre los logros, Cantón dijo que ha logrado modificar Constituciones a lo largo de la región, así como derogar leyes que eran violatorias y aprobar otras para cumplir con la Convención Americana de Derechos Humanos.
Finalmente Hermann Tertsch hizo críticas a los gobiernos de izquierda al afirmar que, como en Venezuela y Cuba, estos Estados “quieren liquidar y desmantelar las instituciones para que la gente quede inerme y poder aplicar unas agresiones que están bien calculadas y dirigidas”.