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La importancia de clasificar productos

01 de septiembre de 2013

Laura Silva

Canal de noticias de Asuntos Legales

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La Clasificación de Niza es un sistema internacional que agrupa los productos y servicios en categorías afines para efectos de registrar las marcas.

Éste instrumento fue establecido por el Arreglo de Niza, tratado multilateral  administrado por la OMPI y firmado en 1957. Actualmente son parte del Arreglo de Niza 84 países, mientras que otros 66 estados, entre ellos Colombia, usan  la Clasificación de Niza a pesar de no ser parte del Arreglo.

¿Para qué sirve la Clasificación Internacional de Niza?
Facilita la elaboración y presentación de solicitudes de marcas, en tanto hay un único sistema de clasificación. De esta forma, a nivel internacional, el sistema permite clasificar los productos y servicios de la misma manera en 150 países, simplificando el trámite de preparación de las solicitudes y las traducciones.

¿Cuál es la estructura de la Clasificación de Niza y cómo se usa?
La clasificación de Niza está compuesta por 45 clases, de las cuales 34 corresponden a productos y 11 a servicios. Cada clase contiene un título que indica de forma general los productos y servicios que encajan en cada una. Para facilitar su uso y comprensión, la Clasificación posee notas explicativas y una lista detallada de los productos y servicios pertenecientes a cada clase en lo que se denomina  “lista alfabética”, la cual contiene aproximadamente 10.000 nombres de productos y 1.000 de servicios.

Para clasificar un producto o servicio es menester acudir, en primer lugar, al título de cada clase y posteriormente a la “lista alfabética” para confirmar la presencia del producto o servicio que se quiere identificar dentro de la Clase.

Usualmente, es bastante sencillo determinar a qué clase pertenece cada producto o servicio, pero hay casos en los que es posible que exista duda sobre su ubicación dentro de una determinada clase, por sus variados componentes o múltiples funcionalidades.

Es por esto que se han establecidos criterios de ayuda, empleados como último recurso y que se apoyan en clasificar los productos y servicios de acuerdo con aquellas características que resultan de mayor importancia, como ocurre por ejemplo al clasificar un producto “en función de la materia predominante” cuando este está compuesto por materias diferentes, o al clasificar un servicio “por analogía con otros servicios similares que figuren en la lista alfabética”.

¿Cuál es la importancia de clasificar apropiadamente los productos y servicios?
Resulta inocuo llevar a cabo el procedimiento de registro de marca si no se clasifican correctamente los productos y servicios, pues en este caso se podría estar usando la marca sin protección y consecuentemente podría ser objeto de una acción de cancelación por no uso. Por tal razón, la correcta clasificación permite una adecuada protección de la marca.

¿Cuál es la Posición de la Superintendencia sobre la Clasificación de Niza?
Al elaborar la solicitud de registro de marca, se deben especificar de forma detallada los productos o servicios para los cuales se busca la protección de conformidad con la Clasificación Internacional de Niza.

El error en la enunciación de la Clase o el uso de géneros, como por ejemplo el uso de expresiones genéricas tales como “productos farmacéuticos” o “cosméticos”, ocasiona que el solicitante sea requerido por la Oficina de marcas para indicar la clase correcta o para enunciar de forma detallada los productos o servicios que se pretenden identificar con la marca solicitada, esto último de acuerdo con lo dispuesto en el numeral 1.2.5.2 de la Resolución 21447 de 2012. Hay que tener en cuenta que en caso de no dar cumplimiento al requerimiento, la solicitud se considera abandonada y pierde su prelación.