“La Ley de las TIC era una actualización que necesitábamos”, Carlos Andrés Sánchez
Durán & Osorio es una de las líderes en tecnologías, medios y telecomunicaciones
17 de junio de 2019Contenido
El auge de las nuevas tecnologías, el avance de la inteligencia artificial y los cambios en los operadores del espectro electromagnético son algunos de los retos que están afrontando los bufetes de abogados que se enfocan en el cambio de las telecomunicaciones.
Para conocer los desafíos que se están tejiendo en este mundo legal, AL entrevistó a Carlos Andrés Sánchez, socio de Durán & Osorio Abogados, quien nos habló de los puntos que se recogieron en la Ley TIC, recientemente aprobada por el Congreso.
¿Qué retos traerá esta normativa para el mercado?
Estamos estrenando Ley, y es una norma que trata de reflejar los cambios del mercado. Pero vamos a tener espectro por tiempos más largos; esto es un tema muy interesante. En general, se sigue pensando que el espectro debía funcionar como las viejas concesiones, es más, todavía veo que en los medios, e inclusive en el Congreso, se seguía hablando como si fuera siempre un modelo concesional.
Sin embargo, un poco lo que hace esta Ley, que ya había tenido hitos con la anterior norma del sector, es entender que esto no funciona así. En telecomunicaciones, el Estado debe intervenir como regulador, en los que su rol debe ser de ordenador del mercado. Esto permite mayor movilidad del mercado, generando la entrada de actores de todo tipo. También nos permite que empresas que no se dedican al masivo lleguen al mismo.
Ese cuento de que es un pecado darle más espectro a los que ya lo tienen, es mentira. El espectro es una cosa que se necesita y en el que se necesita un prestador idóneo del servicio.
La Ley también buscó cambiar los entes reguladores, pero no lo consiguió...
Creo que perdimos una oportunidad bonita en la Ley, y fue hacer realmente independiente a la Comisión. El espectro sigue estando sentado en la Comisión de Regulación. Debieron haberla hecho completamente independiente del Gobierno, un poco con el que pasa con el Banco de la República. Pese a esto creo que la Ley avanza en la dirección correcta.
¿Cómo ve la nueva regulación en temas de televisión?
La norma nos trajo a un nuevo regulador. Creo que debemos darle tiempo para ver cómo funciona en la realidad, porque la regulación de contenidos es una cosa muy complicada, que históricamente, es un tema terriblemente político. La ingeniería normativa existe, pero tocará ver su aplicabilidad real.
¿Cómo funciona esta figura del regulador de contenidos?
El antecedente del regulador de contenidos es la vieja Comisión Nacional de Televisión, donde se creó, de forma bien intencionada, un organismo independiente del Gobierno. El problema fue que se volvió una entidad completamente política, por la forma en la que se elegían sus miembros, esto dio unos resultados desastrosos. Esto se reemplazó por la Antv, la cual se incluyó dentro del Ministerio y ha venido regulando el tema de los contenidos con unos resultados no muy buenos.
Ahora, lo que hicieron fue crear un nuevo ente que separa el contenido de algunos temas de mercado. Han procurado que los miembros tengan un perfil técnico y que sean escogidos por las universidades. El tema es si realmente se comportan de manera técnica o no, ese es el punto central que han tenido las comisiones de televisión en el país.
¿Qué puntos no lo convencen de la Ley TIC?
Aunque aún falta ver la aplicabilidad de la norma para conocer cuáles son los verdaderos puntos negativos de lo que se acordó, pero, le puedo decir que, me preocupa la forma como quedó el regulador de contenidos, aunque no me atrevo a decir que es completamente incorrecto. El tema es tan sensible, y toma unos tintes tan políticos, que no es la Ley ni el diseño institucional lo que genera los problemas, sino lo que está alrededor del mercado de la televisión. Pero en términos generales creo que la Ley da pasos interesantes.
Durante el debate de la norma, se discutió un punto central y fue el de conectividad de áreas rurales ¿Qué cree que nos falta para reducir la brecha digital del país?
En el país tenemos dos cosas muy interesantes para abarcar este tema. La primera fue el programa nacional de fibra óptica, que fue el que se desarrolló mediante Azteca, y esto fue lo que creó un anillo muy relevante en transmisión de comunicaciones.
El problema es que este anillo de fibra óptica no necesariamente entra a los municipios, y cuando uno se enfrenta a la realidad de la economía de Colombia, pues los operadores no necesariamente les da el negocio de construir la red que va del anillo de fibra óptica hasta los municipios. Esto ha generado que no aproveche todo el potencial del anillo.
Lo que uno tiene que pensar es que, llevar comunicaciones a las regiones no es solamente para que la gente tenga internet en la casa, esto se hace para entrar en ciertos sectores de productividad que son importantes para activar el empleo en las zonas alejadas del país.
¿Es decir que únicamente nos hemos centrado en soluciones educativas?
Si nos ponemos a ver soluciones que se han incorporado previamente, como los quioscos de conectividad, funcionan más para el ámbito educativo, pero no para el comercial. Está bien que estos quioscos existan, pero debemos pensar en algo más, porque la conectividad también debe ser pensada como un elemento para la productividad.
En cuanto al desarrollo de la firma ¿Cómo se ven en el mercado?
Tuvimos un muy buen año anterior, de crecimiento fuerte y este año hemos visto un frenazo en la economía, y hemos visto un relevo en temas de infraestructura. Estructuramos el Metro, el proyecto Hospitales de Bogotá y tenemos una buena parte de los proyectos de infraestructura del país. Buscamos. Seguimos siendo una firma independiente, aunque trabajamos de la mano con la firma inglesa, Clyde & Co, donde buscamos la entrada de nuevo capital para el país. Somos una firma mediana, luchando en un mercado de gigantes, pero vamos con toda la fuerza.