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La Nueva Realidad de la llamada locomotora minera

27 de agosto de 2016

Nicolás Arboleda

Canal de noticias de Asuntos Legales

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¿Cuáles son los impactos de los fallos de la Corte?

Los recientes fallos han logrado, por ejemplo, la inexequibilidad de las zonas de reserva minera para la subasta de áreas con potencial minero; la exigencia de concertación entre la empresa y los entes territoriales; y, la inexequibilidad del artículo 37 del Código de Minas  facultando potencialmente a los entes territoriales para restringir la minería en los Planes de Ordenamiento Territorial. 

¿Qué consecuencias ha traído para el sector?

Se han iniciado demandas de arbitraje de inversión (algunas en etapa de arreglo directo), como la demanda iniciada por la multinacional Glencore tras la multa impuesta por la Contraloría y la reclamación de EcoOro por la decisión de la Corte de prohibir la minería en páramos.

 También ha habido noticias acerca de otras posibles demandas por parte de Tobie Mining y de otras empresas por el constante cambio en las reglas del juego.

¿Todo esto qué significado tiene en la práctica?

Muy posiblemente esta situación genere una desaceleración en la inversión y posiblemente otras demandas, salvo que el Gobierno adopte medidas que brinden a los inversionistas claridad en las reglas del juego, las cuales no pueden estar cambiando de tiempo en tiempo a merced de la Corte. 

Quienes más beneficio obtienen de lo que está ocurriendo son los mineros ilegales quienes de todas formas explotarán el oro en Santurbán de la forma más contaminante y destructiva para el medio ambiente, utilizarán las fuentes de agua a discreción y utilizarán mercurio; no pagarán un centavo de regalías, no generarán desarrollo para las regiones y el resultado será nefasto. 

¿Qué es entonces lo que se avecina para el sector?

Las mineras están pasando por un momento difícil en todo el mundo. El futuro de los precios de los commodities es incierto y la recuperación no va a ser inmediata. 

En estos últimos años lo que sí hemos visto es una reorganización del sector. Se han tenido que reducir costos significativamente, enajenar activos y en consecuencia, las empresas han tenido que adaptarse a esta nueva realidad. 

El futuro más inmediato debería traer actividad en fusiones y adquisiciones. El primer semestre de este año trajo un 76% de alza en transacciones en el sector minero frente al mismo semestre del 2015 a nivel global. Esta nueva realidad representa una gran oportunidad para las transacciones y los negocios.

¿Qué recomendaciones tiene para lograr inversión en Colombia?

Resulta imperativo que logremos cerrar el conflicto con el sector minero al dejar de creer que toda la minería es perjudicial y reconocer la importancia de la minería para el país. 

Podría incluso ser necesario reformar el Código de Minas para cumplir con los fallos de la Corte desde una perspectiva legal y limitar la creación de obligaciones por jurisprudencia. De no lograr este cometido, me temo que veremos pasar el próximo “boom” sin lograr asegurar inversiones de largo plazo.