“La región puede aprovechar la guerra comercial para crecer”, Paola Lozano
Firmas internacionales proyectan un auge de empresas multilatinas
11 de marzo de 2019Contenido
Paola Lozano es la abogada uniandina que está sacando la cara por el derecho comercial en el extranjero. La jurista ha desarrollado una carrera exitosa en la firma internacional Skadden enfocada en la práctica de derecho corporativo bajo la especialidad de fusiones y adquisiciones. Debido a su gestión fue catalogada como la abogada del año en fusiones y adquisiciones por parte del listado Latin Lawyers.
AL la contactó en su oficina en Nueva York y habló sobre las perspectivas que existen en el continente después del auge presidencial de 2018 y de las apuestas empresariales que se están generando con la guerra comercial en el continente.
¿Cuál es su balance de lo que vio en este 2018? ¿Qué tan estable perciben los mercados internacionales a la región?
Este año fue un poco extraño en cuanto al resultado de la inversión extranjera directa en todos los países. Esto nos generó volatilidad en la cantidad de trabajo. A la región hay que verla por separado, porque desafortunadamente las crisis políticas, las elecciones y los temas macroeconómicos impactan el trabajo en fusiones y en la inversión extranjera directa.
El año pasado tuvo complejidades porque presenciamos elecciones en tres de los países más importantes de la región: Brasil, México, Colombia . Esto frena el trabajo en fusiones y adquisiciones porque muchos inversores esperan a ver que pasa con la elección para saber qué apetito hay y cuál será el precio del riesgo de cada país. Otro punto fue que las elecciones fueron muy controvertidas. En estos tres países vimos muy polarizados a los electores y esto impactó la inversión.
Generalmente, los regímenes de izquierda ponen un poco más nervioso al mercado internacional. Entonces en Colombia y Brasil, donde el candidato ganador fue percibido como un poco más amigable con el mercado internacional, se nos volvió a acelerar el mercado. En México estamos un poco lentos, porque hay mucha incertidumbre debido a que es la primera vez que el país tiene un gobierno de izquierda. Entonces aún estamos expectantes.
¿Cómo ven desde Estados Unidos los alcances de la guerra comercial?
Hay desaceleración de actividad, en parte porque muchas compañías están esperando a ver cuál es el nivel de la guerra. En ciertos momentos, la retórica estadounidense ha enervado muchas dudas sobre a qué extremo llevará el gobierno de Donald Trump esta confrontación. Pero nosotros vemos que para los países latinoamericanos se están generando oportunidades. La decisión que han tomado los gobiernos más tecnócratas de la región de acercarse a las compañías chinas nos parece muy interesante. Yo creo que estas economías emergentes deberían aprovechar la guerra comercial y explotar la brecha que se ha generado.
¿Cuál es la importancia de China para la región?
Para China continúa siendo muy interesante crecer en Latinoamérica. En parte porque con el tamaño de su economía siempre hay interés en entrar en el continente. En otros países han tenido un auge mucho más amplio que en Colombia. En Venezuela, Brasil, Perú y Chile han sido grandes inversores. Donde haya cobre, aluminio y todo lo que les genere la posibilidad de ampliar sus recursos en infraestructura van a estar. Es más, ellos tienen más propensión al riesgo que otros mercados, como el venezolano.
¿Es el momento de las transacciones transnacionales en América Latina?
Aunque ha habido una retórica contraria, la globalización sigue vigente. La mayoría de nuestros clientes son multinacionales, globales o multilatinas. Para esas compañías la expansión a través de geografías continuará siendo relevante. Las compañías más exitosas en cada país entienden que para ampliar sus mercados necesitan salir a nuevos territorios. Eso sigue vigente para nosotros. Hay mucho apetito por cruzar fronteras por las grandes multinacionales, especialmente por las multilatinas. Las empresas tan pronto consiguen su mercado local generan un potencial de crecimiento en otros países. También seguimos viendo vigente que las multinacionales alrededor del mundo siguen teniendo gran interés de expandirse en la región.
¿Cuáles serán los sectores que tendrán mayor movimiento este año?
En las compañías de consumer o retail siempre hay oportunidad, porque son mercados que no han finalizado de ser penetrados. Aunque hay conglomerados gigantescos, el mercado siempre va a necesitar que lo alimenten. Vemos a las compañías latinoamericanas consolidando en los mercados donde ya están, y expandiéndose en las zonas donde no.
En cuanto a los temas de infraestructura vemos que vamos a tener mucha actividad, pese a las crisis políticas, incluidas las demandas de corrupción. Sin embargo, este es un punto que ha frenado lo que podría ser un año muy bueno en temas de infraestructura; esto tiene que mejorar. En este campo esperamos que se muevan muchos mercados tanto corporativo, de fusiones y de entendimiento del riesgo por corrupción.
Luego tenemos otros sectores donde hay mucha consolidación, pero hay oportunidades: como tecnología y comunicaciones.
El sector farmacéutico se movió mucho el año pasado, ¿se consolidará en 2019?
Este sector se mueve mucho porque ha habido una consolidación muy marcada, donde gigantes farmacéuticos tuvieron grandes transacciones a nivel global. Nosotros creemos que va a haber mucho interés de esos gigantes para crecer en esos mercados.
Latinoamérica sigue con un ritmo de crecimiento muy importante en este campo. Por ejemplo, la región va a ser muy interesante en temas de investigación de medicinas alternativas. Esto se dará en mercados donde hay mayor flexibilidad regulatoria a diferencia de Estado Unidos; claro hay un área donde nosotros no participamos y no asesoramos pero vimos que se ha movido mucho y es el tema del cannabis medicinal. Debo aclarar que es muy nuevo y no compite con otros campos consolidados.
En Colombia ¿cómo está la situación? ¿quién tiene apetito?
En el sector de alimentos y comidas estamos viendo mucha actividad, las compañías grandes que manejan toda clase de alimentos, incluidos golosinas, supermercados y demás. Vemos que hay un interés de toda la región para entrar en Colombia, ya sea mediante compras totales de compañías o mediante joint ventures, pero se vienen grandes transacciones.