La tercera parte de las Farc volvió a la clandestinidad
Minería y Narcotráfico son el destino de las disidencias
06 de junio de 2019Contenido
Los exguerrilleros colombianos que se sumaron en 2016 a un acuerdo de paz pero acabaron recayendo en actividades ilegales han aumentado hasta cerca de un tercio del total de combatientes desmovilizados, según un informe de inteligencia al que Reuters tuvo acceso.
Con el pacto, que llevó cuatro años de negociaciones, Colombia intentó acabar con un conflicto de medio siglo convirtiendo a las Farc en un partido político, garantizando bancas para sus candidatos en el Congreso y concediendo amnistías para algunos tipos de delito.
Como parte del acuerdo, más de 6.000 combatientes del que era el grupo insurgente dejaron las armas. Solo unos 300 miembros decidieron entonces, en noviembre del 2016, seguir en la clandestinidad.
Hoy, el Gobierno calcula que los remanentes del grupo que operan en las selvas y montañas colombianas crecieron hasta 2.300. Tan solo desde fines del 2018 la cifra aumentó más de un 30%, según el informe de inteligencia.
El reporte subraya que los excombatientes volvieron a las armas seducidos por los millonarios recursos del narcotráfico y la minería ilegal. Y se consideró este aumento de las disidencias como “un riesgo para la seguridad”.
“No todos los que conformaban las redes de apoyo al terrorismo se acogieron al proceso de paz, quiere decir que quedó una amenaza por ahí latente que de alguna manera es lo que ha permitido que este grupo armado residual vaya creciendo”, dijo el martes el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, cuando se le preguntó sobre el crecimiento de las disidencias que arrojó el reporte.
El general dijo que este aumento “está asociado con economías ilícitas, donde hay presencia de narcotráfico y minería ilegal y áreas de frontera”, explicó.
Dirigentes de la Farc han advertido que algunos de los motivos que llevan a muchos a volver a la clandestinidad son las demoras en la implementación del acuerdo de paz y el asesinato de 139 excombatientes.
El informe reveló que existen 31 grupos de disidencias que operan en regiones con cultivos de hoja de coca y con yacimientos de oro de donde sacan el metal de forma ilícita contaminando ríos, y afectando el libre desarrollo de las comunidades.