¿Los comediantes pueden registrar y proteger sus rutinas de 'stand up comedy'?
El registro de marcas ante la SIC podrá hacerse siempre y cuando los comediantes cuenten con un personaje característico con nombre
23 de julio de 2022Contenido
Es conocido que toda obra de arte está protegida bajo los derechos de autor; así sucede con canciones, pinturas, obras de teatro, películas, entre otras actividades que los autores podrían alegar en caso de ser copiadas.
Dentro de este gran escenario del mundo del entretenimiento, también se encuentran las rutinas de comedia o ‘stand up’, las cuales se basan en guiones creativos que, en muchas ocasiones, no son registrados, abriendo la puerta a un pleito legal si se llegara a presentar un plagio.
Así las cosas, la comedia también tiene derechos, de acuerdo con Eduardo Varela, socio de Cavelier Abogados, experto en marcas y derecho del espectáculo, los chistes o rutinas cómicas pueden ser registradas bajo la protección de derechos de autor como obras literarias.
“El guión de la rutina de los comediantes se registra como una obra artística y literaria, que es protegible ante la Dirección Nacional de Derechos de Autor (Dnda). Así mismo, si el comediante tiene pantomimas o un personaje determinado, eso también tendrá protección bajo el derecho de autor”, explicó.
En cambio, si los comediantes cuentan con un nombre artístico que los caracteriza, este podrá ser registrado como marca ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), por lo cual no podrán existir nombres iguales entre artistas.
“Hay varios comediantes que incluyen la palabra ‘show’ a sus nombres y eso los hace característicos; por ejemplo Juanpis Show o Suso´s Show, que son nombres que pueden ser registrados como marcas”, recordó Varela.
Por otro parte, y volviendo al derecho de autor, en caso que un comediante identifique que su rutina está siendo copiada podría alegar plagio, un delito que podría acarrear sanciones de hasta 90 meses de prisión en caso de afectación moral y, en caso de afectación patrimonial, hasta de ocho años.
De acuerdo con el experto, algunas rutinas de comedia también podrían ser registradas como marcas, pues cuentan con los requisitos necesarios. Un ejemplo de ello es Andrés López con su más conocida rutina ‘La pelota de letras’, la cual, bajo ese nombre, se convierte en una marca ya que, a su vez, es un producto que fue vendido a través de dvd durante años anteriores.
“Cabe recordar que el plagio es propio del mundo del derecho de autor y no de las marcas; lo que podría hacer el autor de ‘La pelota de letras’ o cualquier otro comediante con una rutina de ese tipo es registrarla como una marca, pero como tal las rutinas o dinámicas son parte del derecho de autor”, concluyó.
Así las cosas, los productores de ‘stand up’ podrán proteger su creatividad para evitar problemas de carácter jurídico que a futuro no den tanta risa.