“Los escritos de los abogados están llenos de palabras en desuso”
La Agencia de Defensa Jurídica del Estado publicó el Manual de escritura jurídica para remediar esta situación
16 de agosto de 2018Contenido
Luis Guillermo Vélez, director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, logró compilar los principales errores que cometen los abogados al escribir. El uso reiterado de palabras técnicas y arcaicas, junto con la creación de textos demasiado largos y desestructurados, son las principales falencias que tienen los abogados cuando redactan un texto. Evitar estos errores es lo que se propone el libro “Manual de escritura jurídica”, que se lanza hoy y fue editado por Vélez.
¿Cuál fue la motivación para realizar este libro?
Este es un proyecto dirigido por el profesor Diego López Medina y un equipo de abogados de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, donde trabajé como editor. Lo primero que pudimos evidenciar es que la escritura jurídica está muy deteriorada. Los escritos de los abogados son confusos, demasiado extensos y están llenos de una gran cantidad de palabras en desuso. Son piezas comunicativamente inoficiosas y esto genera muchos problemas.
¿De dónde surge esta necesidad de mejorar los escritos de los abogados?
Esto nace de un movimiento que busca recuperar la calidad de escritura de las personas que trabajan con el derecho. Los primeros esfuerzos se dan en España con la publicación del Libro de Estilo de la Justicia en 2016, que se suma al Diccionario Hispánico de Español Jurídico de la Real Academia. En toda Iberoamérica se encontró que existe una falencia en la forma de escribir que utilizan los abogados.
¿Cuál fue la metodología para recopilar la información del libro?
La Agencia realizó un estudio empírico de 1.000 expedientes en la base de datos que tiene la entidad. En esa primera etapa se detectaron cuáles son los términos más complicados que utilizan los abogados. Lo que evidenciamos es que ellos consideran que tienen una tecno lengua, pero eso no es cierto. El proceso litigioso es un proceso comunicativo y debe ser completamente efectivo, para que cualquier persona pueda entender el conflicto jurídico en que se encuentra. Esto nos permite volver más dinámico el ejercicio de la abogacía.
¿El ideal es democratizar el lenguaje del derecho?
Exactamente. En el fondo es eso, buscamos que el lenguaje del derecho sea mucho más democrático, que todo el mundo lo pueda entender y que todo el mundo lo pueda utilizar. Una segunda etapa del libro, sugiere una estructura de los escritos utilizados dentro del litigio. Queremos que los abogados vayan más allá de los meros requisitos legales, porque esa estructura no crea una narrativa adecuada en el escrito. No se transmite lo que se pretende, creando textos de 200 páginas, extensos y aburridos que nadie lee.
¿Cuál es el fundamento final de este esfuerzo?
El problema de comunicación en el derecho es muy grande, por eso, el ideal es llegar a todos los actores dentro del mundo jurídico. Uno mira la redacción de las leyes, de los actos administrativos, de los contratos, y evidencia que se repiten las mismas estructuras que dificultan la comunicación, los abogados no están comunicando efectivamente. Esta es la primera publicación que se hace en el país sobre estos temas y sabemos que a futuro esto cambiará pues ¿por qué tenemos que repetir unas formas que la gente no entiende?