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Retos de la última legislatura, Presupuesto General y Reforma Tributaria, entre ellos

Colprensa

El actual Congreso de la República arrancará este domingo 20 de julio su último periodo de sesiones ordinarias con varios pendientes

20 de julio de 2025

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Con una agenda de proyectos que de nuevo esta marcada por las reformas sociales, la expectativa por el rompimiento de los acuerdos políticos y, especialmente, por la campaña proselitista para las elecciones de Senado y Cámara, el actual Congreso de la República arrancará este domingo 20 de julio su último periodo de sesiones ordinarias.

La última legislatura de todo Congreso suele ser en la que casi todos los proyectos quedan a un lado porque senadores y representantes ya están concentrados en su campaña por la reelección (los que buscan continuar en el cargo) o apoyando de lleno la carrera presidencial de los candidatos de sus partidos.

De ahí que tradicionalmente los gobiernos no le apuestan a llevar al Legislativo proyectos importantes como sí ocurre en las primeras tres legislaturas, y aunque el presidente Gustavo Petro y sus ministros aún tienen muchos pendientes, no van a llevar las grandes reformas pero sí esperan que al menos salgan aprobadas unas cuatro leyes claves.

Y deberán salir en las sesiones de julio a diciembre, porque en las de febrero a junio es mucho más difícil que se apruebe algo. Para el domingo 8 de marzo del próximo año ya se sabrá quién se quemó y cuáles repetirán, y, quemados o no, se dedicarán de lleno a apoyar las votaciones para presidente de la República.

El primer proyecto que llegará a finales de este mes es el Presupuesto General de la Nación para 2026 el cual se calcula que no sea menor a los $551 billones. En 2025, el presupuesto general de la nación no se pudo aprobar en el Congreso por las grandes diferencias que hubo entre el presidente Petro y el dignatario del Senado, Efraín Cepeda.

El gobierno nacional, igualmente, va por otra ley económica clave. Se trata de la ley de financiamiento o reforma tributaria, la cual, según ha indicado el ministro de Hacienda, Germán Ávila, se requiere para tapar parte del hecho fiscal que se ha aumentado en los dos últimos año y se proyecta que la misma será de al menos $26 billones.

El analista político Fernando Estrada asegura que “no es común que el Congreso de la República le vote una reforma tributaria a un gobierno en su último año de mandato. En el gobierno de Iván Duque, aunque no fue en su cuarto año sino en el tercero, se aprobó la llamada reforma tributaria o ley de inversión social, la cual en parte tapó los gastos de la pandemia del coronavirus en el país”.

En el Congreso, desde antes de que se terminarán las sesiones de junio, se decía que una reforma tributaria en esta última legislatura no pasará porque es muy impopular y los impuestos no son bien vistos en plena campaña electoral en particular para los congresistas que están saliendo a buscar votos.

El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, será el otro protagonista de la agenda legislativa. Su cartera están redactando un proyecto que busca entregar beneficios, como la libertad condicional, a integrantes de grupos armados “no políticos”, en el marco de la política de la Paz Total.

Por ahora no será presentado al Congreso el domingo, sino que se le seguirá buscando apoyo y en particular eso dependerá de cómo quedarán conformadas las mesas directivas del Senado y la Cámara, para que se pueda discutir y no se quede entre los proyectos pendientes de debatir y se hunda.

Ese proyecto ya tiene un opositor de peso, el saliente presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien al entregar su balance de la legislatura afirmó que ese proyecto “sería burlar” a la justicia. “Eso implicaría que salgan todos los delincuentes a las calles de Colombia. De día se sentarían en una mesa de negociación y de noche delinquirían, no estoy en esa orilla”, dijo.

Una ley que espera el gobierno se termine de votar es la que reglamenta la jurisdicción agraria, también conocida como la reforma agraria, ya que la misma habilitará al gobierno a entregar terrenos baldíos a los campesinos colombianos, uno de los compromisos con los cuales se hizo elegir el presidente Gustavo Petro en el 2022.

Germán Córdoba, presidente del partido opositor Cambio Radical, sostiene que en esta legislatura “vendrán los embates del Gobierno con sus proyectos malsanos, dañinos y populistas. Al Gobierno no le interesa solucionarle los problemas a la gente. Lo vimos en la pensional, en la tributaria, en el Plan de Desarrollo. Como no han podido, el Gobierno tratará de impulsar proyectos de corte populista y demagógico para enarbolar esas banderas en el proceso electoral. Hay que tener un Congreso serio que impida que ese populismo y esa demagogia se conviertan en leyes de la República”.

Las mesas

Pero la primera puja del gobierno en esta legislatura es lograr el control de las mesas directivas del Congreso. Aunque el Congreso es una rama del poder independiente del gobierno, en esta oportunidad se ha hecho evidente que el presidente Gustavo Petro quiere verdaderos aliados en las presidencias del Senado y la Cámara y no como ha pasado con los dos últimos dignatarios del Senado, Iván Name y Efraín Cepeda, quienes actuaron como claros líderes de oposición pese a que el primero era de la coalición y el segundo actuaba como independiente.

Aunque hoy está más clara la opción de la Cámara, lo cierto es que desde hace cuatro meses le interesa en particular que la presidencia del Senado quede en manos de un aliado o al menos de un senador que no sea tan crítico.

De ahí que al gobierno no le guste del todo el nombre del senador liberal de Bolívar Lidio García, quien es muy cercano al expresidente César Gaviria, uno de los más críticos al jefe del Estado. Ante esos rumores de que el gobierno quiere poner presidente en Senado, fue que Gaviria presionó a que la bancada sacara una carta, en abril pasado, en apoyo a Lidio García, la cual no fue firmada por el senador nortesantandereano Alejandro Carlos Chacón.

Gaviria expidió el viernes un comunicado en el cual sostiene que el liberalismo ratifica la palabra para cumplir los acuerdos en el Congreso por lo que no comparte esa presión del gobierno. “Rechazamos de manera enfática la ofensiva mediática y política orquestada por el Gobierno nacional y, en particular, por el ministro del Interior, que pretende fracturar los consensos parlamentarios mediante prácticas que consideramos bochornosas e irrespetuosas. El Partido Liberal no se doblega ante presiones ni chantajes: nuestra independencia y coherencia seguirán guiando nuestra actuación en el Congreso”.

Aunque el nombre del senador Chacón no está de lleno sobre la mesa, es quien le haría competencia de peso a García el domingo en la elección de presidente. El nombre de Chacón gusta y no del todo a Petro, lo ve como un político que colaborará en algunos temas pero que será muy independiente en muchos aspectos en donde no se dejaría presionar del Ejecutivo.

Lidio García cuenta con el apoyo de la mayoría de los 14 senadores liberales, al menos 10 senadores del Partido Conservador, la mayoría del Centro Democrático, la mitad del Parido de la U, unos 5 o 6 senadores y los cristianos. Eso le llevaría a estar con al menos 50 votos fijos.

En cuanto a Chacón, se asegura que el gobierno le estaría apoyando con el Pacto Histórico que son 20, lo mismo llegarían los 5 de Comunes, unos 6 senadores de los verdes, al menos 4 senadores conservadores, la mitad de la bancada de La U, es decir 6 senadores y parte de la bancada liberal. Chacón por su parte sumaría algunos apoyos de Cambio Radical y del Centro Democrático.

Entre tanto en la Cámara el gobierno ya tiene un candidato fijo, se trata del representante a la Cámara Julián López, quien es del Partido de la U. En la Cámara los acuerdos políticos indican que para este cuarto año esa dignidad le correspondería a Cambio Radical con el representante Leonardo Rico Rico, sin embargo este partido es en la actualidad opositor a Petro.

Esa es la principal razón por la que no quieren que quede un opositor al frente de una corporación que a diferencia del Senado, en los tres años ha sido muy cercana al gobierno y aún mantiene las mayorías, de ahí que se decidió a que se rompan los acuerdos, pese a que eso le podría significar un problema.

La gran expectativa del domingo es saber a qué hora llegará el presidente Gustavo Petro a instalar las sesiones del Congreso, esto porque ese día hará el tradicional desfile militar en la ciudad de Santa Marta por los 500 años y si llevará un discurso preparado o improvisará.