Legislación

Los siete puntos claves que plantea la reforma penitenciaria del Ministerio de Justicia

El proyecto que se radicará en el Congreso plantea fórmulas de resocialización, trabajo para los reclusos y disminuir el hacinamiento

06 de febrero de 2023

Brayan Xavier Becerra

bbecerra@larepublica.com.co
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El ministro de Justicia, Néstor Osuna, realizó un hilo de siete videos en los que explica de forma detallada, de qué trata el proyecto de reforma penitencia que presentará su cartera en el Congreso de la República.

Osuna explicó que el articulado buscará modernizar el sistema penitenciario y eliminar el modelo actual, que según su concepto, es un sistema netamente carcelario, corrupto y que termina siendo una escuela de delincuencia para los presos.

El jefe de la cartera reiteró que se necesita transformar la política penitenciaria para mitigar los problemas de las cárceles de Colombia como el hacinamiento y la falta de garantías a la hora de acceder a servicios como el de la salud.

Modernizar el sistema penal

Según explica el ministro Osuna, el primer punto que busca modificar la reforma penitenciaria es cambiar el modelo actual que, en su opinión, es puramente carcelero y facilita que los presos aprendan a delinquir y no repara a las víctimas.

Para Osuna, la reforma debe adoptar un sistema con el que las cárceles dejen de ser concebidas y utilizadas como “de simple sufrimiento, de corrupción, crueldad y de carencias”.

No habrá rebaja de penas ni excarcelaciones masivas

El ministro Osuna aclaró que, contrario a lo que han dicho sus contradictores, el proyecto de ley que presentará al Congreso no buscar rebajar ninguna pena ni produce excarcelaciones masivas. "Las penas en Colombia son muy altas, pero no las vamos a reducir. No va a haber una rebaja general de penas".

El Ministerio de Justicia propondrá que una persona condenada por un delito, si supera un proceso de resocialización, podrá recibir algunos beneficios para que conserve su nexo con su familia y pueda reparar a las víctimas y se prepare para la reinserción a la sociedad. El proceso de resocialización se llevará a cabo por medio de cursos, trabajo, terminar el bachillerato o aprender un oficio. "Esos beneficios tienen que ver con lo que técnicamente se denomina subrogados penales", agregó Osuna.

Resocialización de las personas condenadas

Osuna explicó que los subrogados a los que se refería como forma de beneficio para los internos son pequeños premios que tiene el sistema penal. Uno de ellos son los permisos de 72 horas. Aclaró que las medidas no aplicarán para todos los presos ni para los delitos más graves, como los sexuales o contra la población infantil.

"Una vez que se ha pagado una parte de la pena, existe la posibilidad de tener permisos, como salidas de 72 horas. El sentido es que la persona condenada no pierda nexos con su familia y pueda verlos de vez en cuando", señaló el jefe de la cartera de justicia.

Agregó que si los presos no vuelven luego de esas 72 horas, perderá el beneficio y volverá a entrar al sistema penitenciario duro. "La experiencia nos indica que las personas que tienen permiso de 72 horas actualmente, casi todas vuelven", aseguró Osuna.

Trabajar de días y regresar de noche

Uno de los puntos más polémicos por los que ha sido más criticado el ministro Osuna, ha sido el de dar permiso a los presos para que salgan a trabajar y regresen a sus celdas en la noche.

"En la prensa se ha hablado mucho de este punto y algunos lo intentan caricaturizar y burlarse del proyecto, diciendo que yo quiero hacer de las cárceles unos hoteles", dijo Osuna antes de explicar el beneficio.

Según el ministro de Justicia, se necesita un convenio entre el Inpec y una empresa privada o del Estado para que algunos de los internos salgar a desarrollar algún tipo de trabajo como construir vías terciarias o trabajar en una fábrica. Pero solo aplicaría para presos que ya cumplieron más de la mitad de su pena.

También aclaró que este beneficio tampoco aplicará para condenados por delitos sexuales, contra niños, niñas y adolescentes, sino para delitos "que no tienen ese grado de rechazo".

Fortalecer la prisión domiciliaria

El ministro Néstor Osuna también se refirió a otro de los beneficios, que es el de la casa por cárcel. De acuerdo con el jefe de la cartera de Justicia, la prisión domiciliaria ya existe, pero su proyecto apuesta por tomarse en serio esta figura.

Osuna señaló que "se tomará en serio" esta figura con monitoreo para todos los presos con casa por cárcel "con sistemas que la tecnología de hoy permite para que nos enteremos de manera instantánea si una persona está incumpliendo la prisión domiciliaria".

Agregó que este modelo les permitirá trabajar a los internos y estar en contacto con su familia, además de cumplir su castigo de una manera que los prepara para una reintegración a la sociedad.

Reparación a las víctimas

Otro de los puntos que tocará la reforma penitenciaria será la justicia restaurativa. "Nos vamos a concentrar en que se pueda reparar a la víctima y restablecer el tejido social y la armonía que se rompió con el delito", detalló Osuna.

El ministro de Justicia aseguró que el actual sistema penal no repara a las víctimas. Aclaró que en algunos delitos sería muy difícil aplicar esa justicia restaurativa, pero en los que sí se pueda, se implementará un sistema en el que esa reparación deje satisfecha a la víctima y le otorgue algunos beneficios a la persona condenada, "unos pocos meses menos de cárcel", dijo el ministro.

Entre las formas de reparar a las víctimas estará devolver lo robado, pedir perdón y restablecerlas a la situación anterior.

Mejorar las condiciones de los presos

El último punto al que se refirió el ministro de Justicia, Néstor Osuna, es que el sistema penitenciario mejore a las personas condenadas para que luego la sociedad pueda vivir con ellas más tranquilos y seguros.

"Nuestro sistema intenta que el proceso de cárcel de una persona le sirva para salir mejor de cómo entró, es decir, lo opuesto a lo que ocurre hoy en día", sentenció el ministro Osuna.

Según el jefe de la cartera, ese sistema del castigo duro y cruel no sirve. "Con las cárceles terriblemente abarrotadas no hemos sentido más seguridad ni menos criminalidad, ni menos resocialización", dijo el ministro.