Malestar en el Pacto Histórico por la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño

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Un enorme revuelo político provocó el regreso de Armando Benedetti a la Casa de Nariño luego de renunciar a su cargo de embajador ante la FAO.

Lo extraño en esta ocasión es que el malestar viene incluso de personas cercanas al presidente, Gustavo Petro, e incluso de sus ministros, algunos de los cuales se negaron a iniciar el consejo de ministros de este lunes hasta recibir explicaciones sobre la designación.

A esto se ha sumado que congresistas claves del Pacto Histórico como Iván Cépeda y María José Pizarro han manifestado su desacuerdo con la decisión de que Benedetti sea un asesor cercano al mandatario, con oficina incluso en el mismo piso del mandatario.

¿Cómo puede afectar la presencia cercana de Benedetti, contra quien hay investigaciones por corrupción y denuncias por violencia intrafamiliar, la estabilidad del Gobierno Petro? ¿Cuál puede ser su relación con la directora del DAPRE, Laura Sarabia, a quien insultó, con palabras de grueso calibre, en un audio que se filtró a los medios de comunicación?

Para el analista político Jhon González la decisión de que Benedetti regrese a trabajar en la Casa de Nariño, luego de todos los escándalos que protagonizó y que resultaron ser muy costosos para el presidente Petro, es muy difícil de explicar.

“La única explicación posible es que el presidente Petro y el gobierno son rehenes de los silencios de Armando Benedetti. En cualquier otro país normal Benedetti hace rato habría sido desvinculado del gobierno. El presidente Petro le está recompensado sus silencios, así luzca una situación por completo anormal”, señaló.

González señaló que las críticas aumentarán y los costos políticos por la llegada de Benedetti son “abultados dado lo impresentable de la situación”. Sin embargo, señala que son herramientas que utiliza el gobierno para empezar la lucha política de los próximos años.

“Luce como si el gobierno hubiera optado por el mal menor -la crítica masiva-, mientras obtiene dos beneficios: uno, tranquiliza a Benedetti, y, dos, le puede ser útil para construir una estrategia para conservar el poder en el 2026".

Y agrega: “el gobierno apuesta a que el costo sea de pocos días y, en cambio, en breve comience a usufructuar las pilatunas y las ocurrencias políticas del exembajador y exsenador Benedetti”.

Luego del nombramiento de Benedetti, se conoció que varios ministros y la vicepresidenta expresaron su malestar al presidente Gustavo Petro, por la llegada del exembajador Armando Benedetti al círculo más cercano del mandatario.

Uno de ellos fue Gustavo Bolívar, quien previo al ingreso a un Consejo de Ministros que se realizará este martes 26 de noviembre, en la Casa de Nariño, confirmó las dudas que tienen los integrantes del gabinete cercano a Petro.

Según Bolívar, no se trató de una “rebelión”, sino de un encuentro en donde se le pidió a Petro, entregar detalles sobre el verdadero rol que desempeñará Benedetti en el Gobierno, agregando que la explicación fue que el exembajador solo será un enlace con el Congreso.

“Sí hubo una reunión, pero están distorsionando el objetivo, no era una rebelión, sino simplemente unas consultas que le queríamos hacer al presidente y ya lo que hablamos ahí sí es del ámbito privado de nosotros, de la reunión del presidente”, dijo el director del DPS.

Además de los ministros, otros senadores cercanos al gobierno como Iván Cepeda apoyaron el rechazo a Benedetti debido a que “existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión con nuestro proyecto político”.

María José Pizarro también señaló que “me sumo al llamado de nuestras ministras y ministros que ayer plantearon una reflexión crítica sobre el fortalecimiento de personas cuyas posturas y acciones han sido incompatibles con nuestros principios. Como mujer no justificaré a quienes nos violentan”.

*Con información de Colprensa