“Nosotros no hicimos nada solos, todo lo hicimos con la Policía”: soldado retirado en Haití
Desde la cárcel, el soldado retirado Edwin Blanquicet Rodríguez dio la primera entrevista a un medio de comunicación para La República y La FM
11 de marzo de 2022Contenido
Desde la cárcel, el soldado retirado Edwin Blanquicet Rodríguez dio la primera entrevista a un medio de comunicación para La República y La FM.
Edwin Blanquicet Rodríguez es uno de los 17 soldados retirados del Ejército que se encuentra en Haití desde la mitad de 2021 involucrado en el caso más impresionante de un asesinato a un presidente en ejercicio de los últimos años. Jovenel Moise murió por los impactos de bala de fusiles la madrugada del 07 de julio entre la 1 y las 2 de la mañana en su dormitorio. Su esposa, la primera dama de Haití, Martín Moise, quedó gravemente herida en la misma habitación. Tuvo que simular que la habían matado para evitar que los perpetradores le dispararan de nuevo. Hasta hoy, luego de 8 meses desde que ocurrió el magnicidio, no hay autores o determinadores condenados. Pero sí una enorme investigación en la que ha participado la prensa internacional, el FBI y la CIA, Interpol Colombia, las autoridades de Haití, y otras agencias del mundo.
Blanquicet llegó al grado de sargento viceprimero en el Ejército y se retiró en abril de 2021, días antes de que el exsoldado Duberney Capador lo llamara por primera vez para hablarle de la empresa World Wide Capital y de una misión en Haití que sería bien paga para ofrecer seguridad. La llamada lo convenció. Se trataba de una empresa estadounidense que estaba buscando reclutar soldados retirados expertos en contraguerrilla y otros cursos profesionales para ofrecer sus servicios a un proyecto de energía en Puerto Príncipe y a algunas figuras políticas de la isla. Blanquicet era francotirador, con cursos en fuerzas especiales y experto en tiro. Aceptó y en cuestión de días estaba viajando hacia Haití para liderar uno de los equipos de retirados.
Su misión principal en la isla fue proteger al médico Emanuel Sanon, quien fue capturado después del 07 de julio acusado de ser uno de los responsables. Justamente, meses antes del asesinato, el médico Sanon firmó un documento junto a otros líderes de la élite política y religiosa de Haití en el que se hablaba de la necesidad de “realizar una transición pacífica y democrática del poder”. Allí se estableció que Sanon juramentaría como presidente una vez se produjera la transición del poder y saliera Moise. De acuerdo al documento en poder de este diario, Sanon sería presidente durante tres meses para luego llamar a elecciones.
Para ese momento, el debate fundamental de la clase política haitiana era si Moise debía quedarse en el poder un año más o si debía renunciar a su cargo para cumplir estrictamente con su periodo. Un reportaje del New York Times concluyó que algunas familias poderosas de Puerto Príncipe podrían estar relacionadas con delitos como narcotráfico y venta de armas, y se sentían traicionadas por el presidente, que estaría a punto de entregarle información sobre esos hechos a las agencias americanas para protegerse.
Este diario tiene en su poder un video grabado el 20 de mayo de 2021 en el que aparecen James Solanges, ciudadano americano involucrado en la investigación, el senador haitiano del partido Inite, John Joel Joseph, y tres soldados retirados colombianos que realizaron el reclutamiento de los demás. Las cinco personas se encuentran frente a una bandera de Estados Unidos tomándole juramento a Joseph en una llamada. “Dios lo escogió y lo puso en una posición como senador y como servidor público para que pudiera trabajar con nosotros en orden de darle libertad y desarrollo a este país”, dice en inglés una persona a la que llaman coronel al otro lado del teléfono. Inite era el partido de oposición al presidente Moise.
En ese contexto, Blanquicet decidió entregar sus declaraciones en entrevista exclusiva con La FM y La República. Dice que él y los demás soldados retirados son inocentes; que se trataba de una operación de captura al presidente Moise con la Policía de Haití por la orden de un juez; que fue la propia Policía la que les entregó las armas; y que cuando el primer grupo de colombianos llegó a la habitación del presidente este ya estaba muerto. También habla de las torturas que han vivido en prisión y le pide al Gobierno garantizar su vida y su integridad. Y las de sus compañeros.
LR: ¿Qué estaba haciendo usted cuando se produjo el asesinato del presidente?
Nosotros estábamos cuidando al médico Emanuel Sanon. El 06 de julio recibo una llamada de mi jefe para que me alistara con mi equipo porque un señor de la Policía Nacional de Haití me venía a recoger para realizar un acompañamiento que estaba autorizado por CTU Security y WolrdWide desde Miami.
LR: ¿Qué pasa en el acompañamiento?
A nosotros nos recoge el policía con una camioneta y nos pregunta si somos los que vamos a hacer el acompañamiento. Nos suben a una casa en la montaña y en esa casa había más policías con el resto del grupo de nosotros.
LR: Usted dice policias haitianos…
Sí, la policía de Haití. Nosotros nunca hicimos las cosas solos, nunca planeamos cosas solos. La Policía de Haití nos pidió el apoyo de un acompañamiento. Esa no era la casa del presidente. Allí solo nos reunieron para entregarnos armamento. Hubo dos equipos que recibió armamento de parte de la Policía Nacional de Haití. Otros dos equipos no recibieron armamento.
LR: ¿Para qué era el armamento?, ¿cuál era la misión que tenían que hacer con la Policía?
Prestarle seguridad a la Policía que iba a hacer la captura, porque según ellos tenían una orden de arresto al presidente.
LR: Es decir, en ese momento funcionarios de la Policía de Haití le entregan armas a dos equipos de soldados retirados colombianos y les dicen que el armamento es para capturar al presidente Moise…
Para capturarlo y brindarle la seguridad a la Policía que iba a hacer la captura. Eran casi las dos de la mañana, cuando descendimos de la montaña en siete vehículos. Yo iba en el último de ellos. Nos dirigíamos a la casa del presidente para hacer la captura.
LR: ¿Qué ocurre cuando llegan a la casa del presidente?
Antes de llegar a la casa del presidente hay dos grupos de resistencia. En el primer vehículo iba la Policía. Cuando descendimos de la loma, al dar la curva, yo quedo en la parte de atrás y observo los policías del primer núcleo de la guardia del presidente se tiran al piso cuando ven a los policías que estaban con nosotros. No pusieron resistencia, no hicieron alarma. Solo se tiraron al piso. Desde ahí nos pareció extraño.
LR: Usted se refiere a los policías que cuidaban al presidente Moise. Pero ustedes también estaban con policías…
Sí. Nosotros estábamos con la Policía Nacional de Haití. Nosotros no fuimos solos, no planeamos esto solos, nosotros no hicimos nada solos. Todo lo hizo la Policía y nos pidió un acompañamiento que fue autorizado por las empresas estadounidenses.
LR: ¿Qué ocurre después?
Nosotros avanzamos y nos encontramos con un segundo núcleo de policías del presidente. Cuando ven a los policías que estaban con nosotros, ellos hacen lo mismo. Se tiran al piso. Llegamos hasta un parqueadero grande afuera de la casa del presidente. Yo me subí en una casa de plancha contigua a la del presidente para observar desde ahí hacia adentro, mientras que los compañeros trataban de abrir una puerta pequeña que estaba al lado de un portón grande. Ya eran las 2:10 de la mañana. Para que pudiéramos entrar a esa casa pasaron más de 17 minutos. Eso era tiempo suficiente para que la guardia pudiera sacar al presidente. Pero no lo hicieron. La casa estaba sola, no había nadie que reaccionara. Cuando yo estaba en la casa de la plancha veo unos disparos y me tiro porque pensé que me estaban disparando a mi. Mis compañeros escucharon el tiroteo adentro y reacionaron para brindarle seguridad a la Policía que iba con nosotros. Vi a cuatro personas vestidas igual que nosotros que salieron por la parte de atrás, dispararon hacia una casa de salida por donde habrían tenido que sacar al preidente y hubo un poder de fuego muy amplio adentro. En ese momento un compañero se recuesta y el portón se abre. Dos equipos entraron a revisar. Dentro de la casa había dos carros blindados y un arsenal de armamento. Nosotros contábamos con un fusil y un solo proveedor.
LR: ¿Qué pasó con los policías haitianos que estaban con ustedes?
En ese momento, cuando los equipos entraron a la casa, nos dejaron solos en medio de los disparos anteriores.
LR: ¿Qué tipo de fusiles les entregaron a ustedes los policías?
Eran fusiles Galil marcados con el nombre de la Policía de Haiti.
LR: ¿Por qué ustedes se adentraron en una misión armados para capturar a un presidente en la capital de un país entendiendo que eso al verse enfrentados a la guardia del presidente podía significar un combate y muertes?
Nosotros fuimos porque desde Estados Unidos la compañía que nos contrató autorizó el acompañamiento. Íbamos con la Policía de Haití y confiamos en ello. Es como que un grupo élite en nuestro país acompañara a la policía colombiana para una operación especial por experiencia militar.
LR: ¿A ustedes las empresas americanas les dijeron en algún momento que trabajaban con el gobierno de los Estados Unidos?
No tengo conocimiento de eso. A mi me contrató la empresa World Wide y el señor Walter Vientemilla para dar seguridad a Sanon y un proyecto de energía.
LR: ¿Qué pasa cuando ingresan a la casa luego de la balacera?
Los dos primeros equipos entran a la casa del presidente, dos equipos conmigo se quedan afuera. Los equipos adentro ingresan a todas las habitaciones y las despejan y un compañero encuentra los dos cuerpos tirados ahí. De una vez grita ¡el presidente está muerto!, ¡salgamos de aquí, nos colocaron una trampa!
El exsargento agregó en la entrevista que ha sido víctima de torturas continuamente y que sus compañeros que confesaron ser los responsables del asesinato a Interpol Colombia fueron golpeados días antes para presionar las declaraciones. Insiste en que son inocentes, pese a esas mismas confesiones y la declaración del exsoldado Mario Antonio Palacios que también acepto responsabilidad. Este último se encuentra extraditado en Estados Unidos en espera de juicio.