Nueva demanda contra Unilever por prácticas de exclusión en mercado de detergentes
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Un tercer requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) se sumó en contra de Unilever por prácticas de exclusión en el mercado de detergentes. A la demanda de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y al posterior requerimiento presentado por Canadá Chemicals, ahora se agrega el recurso presentado por Industrias Cleaner, que también pide una multa de 20 mil UTA y el cese de las prácticas de exclusión.
Con esto, a la fecha, las multas solicitadas en contra de Unilever superan los US$ 60 millones, pues también FNE y Canadá Chemicals pidieron que se le sancionara con la mayor multa disponible. Pero eso no es todo.
En la industria dicen que en los próximos días podrían venir nuevos requerimientos en contra de la multinacional por parte de otros actores de este mercado.
La demanda de Cleaner Cleaner es una empresa creada por los empresarios Vicente Aresti López y Ramón Aresti Aravena en 2004 y comercializa la marca de detergente Biofrescura. La compañía señala en su escrito que hay prácticas de exclusión en el canal tradicional que buscan “prácticamente anular a Cleaner y a los demás actores minoritarios”.
En este punto, la firma adjunta mails que darían cuenta de los descuentos por exclusividad o compra exclusiva. Así, reproduce un correo electrónico fechado el 10 de junio de 2010 en el que en ese entonces gerente general de la distribuidora Rabié, Armando Jara, responde a Pedro Aresti Aravena, socio de Cleaner, excusándose de poder distribuir sus detergente por tener pactos de exclusividad con Unilever que se lo impedían.
“Lamentablemente para Biofrescura, mientras los acuerdos estén vigentes no existe ninguna posibilidad de incorporar los detergentes. Esta situación se está monitoreando permanentemente para que la conveniencia de mantenerlos sea efectiva.
Tal como te lo he manifestado permanentemente, en cuanto exista la posibilidad, Biofrescura tendrá todas las oportunidades de presentar sus productos”, dice el mensaje. Además de los contratos de exclusividad, Unilever habría incurrido en el canal tradicional en “proyectos de distribución controlada” en donde “asigna a ciertos distribuidores una determinada zona geográfica, asumiendo a su cargo el costo de equipos de venta exclusiva (en paralelo a los equipos de venta propios) para la comercialización de su mix de productos, que incluye detergentes”.
También, denuncia Cleaner, la multinacional habría desplegado el pago de descuentos condicionales retroactivos y premios por participación en espacios de góndola. En tanto, en el canal supermercadista, las practicas de exclusión “consisten en descuentos condicionales retroactivos, que han tenido por objeto que las cadenas de supermercados Cencosud, Walmart, SMU y Tottus, abastezcan su demanda de detergentes preponderantemente con productos del propio Unilever”.
Estos incentivos consisten en descuentos por crecimiento y pemios por participación de mercado, crecimiento relativo y por facing. Estos últimos consisten en beneficos pecuniarios asociados a altos porcentajes de ocupación de sus detergentes en las góndolas de los supermercados.