ONU fustiga al Vaticano por abusos sexual cometidos por sacerdotes
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Un comité de las Naciones Unidas dijo que el Vaticano tiene un control efectivo en todo el mundo sobre obispos y sacerdotes que deben atenerse al tratado del organismo mundial contra la tortura, lo que podría exponer a la Iglesia Católica a más demandas civiles de las víctimas de los abusos sexuales perpetrados por algunos miembros del clero.
El Comité de la ONU contra la tortura ha dicho en repetidas ocasiones que el abuso sexual y las violaciones pueden ser considerados casos de tortura, que en la mayor parte del mundo no prescriben.
Aunque la comisión no llegó a indicar que la Santa Sede violó sus obligaciones conforme al tratado contra la tortura, que ratificó en 2002, los miembros de la comisión insistieron que quedó implícito en sus críticas.
“Los eruditos legales dirían que cuando la comisión encara un problema y hace recomendaciones, ve que el estado no cumple las recomendaciones de la convención”, dijo la vicepresidenta de la comisión, Felice Gaer, a los periodistas. “Es absolutamente claro lo que decimos”.
Sin embargo, el Vaticano rechazó las conclusiones más importantes de los 10 miembros de la comisión por considerarlas “fundamentalmente erróneas” e insistió en que no ejerció un control directo sobre los sacerdotes de todo el mundo. Agregó que los funcionarios del Vaticano no denunciaron adecuadamente las acusaciones de abusos sexuales, trasladaron a sacerdotes en lugar de disciplinarlos y no pagaron compensaciones adecuadas a las víctimas. La comisión dijo que las partes que ratificaron el tratado contra la tortura, incluyendo el Vaticano, “son responsables internacionalmente de las acciones y omisiones de sus funcionarios.