Posse Herrera Ruiz y Brigard & Urrutia lideran en la asesoría de negocios
Según un informe de TTR, los líderes en asesorías de negocios son Posse Herrera Ruiz y Brigard & Urrutia.
27 de julio de 2017Contenido
En lo corrido del año, en el mercado colombiano se han movido US$13.127 millones en 78 transacciones de fusiones y adquisiciones, según destacó un informe publicado por Transactional Track Record, en el cual los líderes en asesorías son Posse Herrera Ruiz (por monto) y Brigard & Urrutia (por cantidad).
De acuerdo con el análisis, después de México (US$44.455 millones), Colombia es el país más importante de la región en capital movilizado, pues tuvo un aumento de 155% en su importe respecto al mismo periodo del año pasado.
La mayor parte de estas operaciones están representadas en adquisiciones inbound (33), domésticas (26) y desinversión extranjera en participaciones locales (12). Algunas de las más importantes fueron la venta de Cafesalud a, entre otros, Ribera Salud, Clínica Navarra, Medplus Group, por US$500 millones.
Además, la compra que hizo el Grupo Sura a International Finance Corporation por US$383,1 millones de Sura Asset Management; el negocio de Taesa por US$309 millones por parte de ISA Investimentos e Participações do Brasil; o el acuerdo de Aeropuertos de Oriente por parte de Asur, una operación que costó US$262 millones.
Según explicó Juan Guillermo Ruiz, socio fundador de Posse Herrera Ruiz, que es el bufete que ha movido la mayor cantidad de dinero en estas operaciones en lo corrido del año (US$761,9 millones), este resultado se debe “al conocimiento técnico y específico del equipo, un reconocimiento del mercado de la calidad y del cuidado con el que el área de corporativo maneja estos temas y procesos de M&A”.
Luego de PHR, los despachos que movieron más dinero por las transacciones fueron Rocha Laverde & Asociados, con US$499,9 millones; Brigard & Urrutia, con US$392 millones; Fagua López & Asociados, con US$262 millones; Dentons Cárdenas & Cárdenas, con US$134 millones; Gómez-Pinzón Zuleta, U$$90,5 millones, entre otros.
Según Ruiz, las reestructuraciones hacen parte de un proceso de eficiencia dentro de las organizaciones, de reordenamiento de sus estructuras y, en muchos casos, son el resultado de las circunstancias.
De igual manera, entre las firmas que lograron un mayor número de operaciones se encuentran Brigard & Urrutia, con nueve; Gómez-Pinzón Zuleta, con cinco; Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría también con cinco, Posse Herrera Ruiz, con tres y DLA Piper Martinez Beltrán, con tres también.
Sergio Michelsen, socio de M&A de Brigard & Urrutia, aseguró que el mercado de esta área "se vio afectado de cierta forma por la desaceleración de la economía en el primer semestre del año". Sin embargo, "durante el segundo trimestre se vio un incremento en las operaciones y en el pipeline de los negocios que van a venir durante el resto del año". Por lo tanto, desde la firma "tenemos confianza en que el segundo semestre del año va a ser mejor para el M&A en Colombia".
De igual forma, el abogado explicó que B&U ha concentrado sus esfuerzos en contar con el mejor talento que puede encontrarse en el mercado colombiano, siempre buscando profesionales de las más altas condiciones que puedan prestar servicios legales de alta calidad en tiempos muy rápidos, como lo exigen las transacciones de M&A.
Cabe mencionar que este conteo tiene en cuenta las transacciones anunciadas entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2017.
Nicolás Tirado, socio de PPU, señaló que, cuando hay indicadores macroeconómicos estables, los ciclos de la economía no afectan las operaciones en este sentido.
“Cuando la economía del país está bien, hay mucho apetito de inversionistas llegando a Colombia y de los mismos colombianos, porque los mercados están bien, fuertes y sólidos, por el contrario, cuando llegan las ‘vacas flacas’, empieza a haber un poco de temor, porque nadie sabe para dónde va la economía y da miedo invertir”.
Según el experto, una ventaja de esta situación es que cuando vuelve a estabilizarse la situación, entra un apetito por invertir, ya que hay muchos buenos activos a bajo precio, que, sumado a la devaluación del peso, dan mayor poder adquisitivo a extranjeros.