Opinión

Impacto sobre las finanzas regionales

11 de noviembre de 2014
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Sin embargo, en tales análisis poco o nada se dice sobre el impacto que sufrirán las finanzas regionales, si la caída de precios y de producción se prolonga en el tiempo. Cabe recordar que las principales fuentes de financiamiento de los entes territoriales son las transferencias y las regalías. La distribución de las transferencias del gobierno nacional a las regiones se hace teniendo en cuenta, principalmente, los niveles de pobreza. También y hasta antes de la reforma efectuada al Sistema General de Regalías que estamos próximos a volver a revisar, era determinante para los ingresos por la explotación de recursos naturales, la ubicación de estos recursos. Lo cierto es que a mayor ingreso por transferencias o regalías, mayor es la dependencia de las entidades territoriales en esas fuentes. Hay quienes han denominado esto como “pereza fiscal”. La verdad es que los departamentos con alta vocación para las industrias minero-energéticas, basan su PIB en los recursos que estas industrias les generan. Por ello, el impacto del llamado “boom” y después de la caída de los ingresos, tiene gran relevancia en las posibilidades del desarrollo regional. Departamentos como Arauca, Guajira, Casanare e incluso Meta son especialmente sensibles a la situación actual y las eventuales proyecciones negativas futuras. Temas como educación, salud, saneamiento básico e infraestructura, se verían seriamente afectados con la disminución de los ingresos por regalías, si no se toman medidas de choque rápidas. Cabe anotar que en estas zonas del país la tributación es,  además, muy baja.

Adicional a esto podría venir una crisis de empleo, en las distintas regiones productoras de minería e hidrocarburos. Ya se empieza a notar que la afectación que, por ejemplo, sufre el sector carbonífero de explotación subterránea, desarrollado en el centro del país, ha significado según Fenalcarbón la pérdida de casi 3.500.000 puestos de trabajo, en una zona donde no hay más oferta de trabajo formal. Lo anterior, con el agravante que estudios recientes demuestran que el sector de minería e hidrocarburos es el que mejor paga a sus trabajadores en el país. 

Es pues importante considerar no solo los problemas que tendrá el Ministerio de Hacienda con las finanzas públicas y el presupuesto de 2015, sino las afectaciones que podrían tener las entidades territoriales. El fortalecimiento de las instituciones y de las economías locales es vital para superar las “vacas flacas” que se avecinan. Los expertos sugieren buscar la forma de aumentar la producción de hidrocarburos y minerales, de manera que se puedan compensar los ingresos de regalías, renta petrolera y pago de impuestos, que hoy están a la baja. Es por ello, que resulta muy importante el debate que en estos días se lleva a cabo en el Congreso de la República, con miras a ajustar la Ley de Regalías, a fin de poder mantener los ingresos de las regiones productoras. El ahorro de un billón de pesos para asignaciones directas a estos departamentos, puede marcar la diferencia. Se ha propuesto obtener ese dinero de los rendimientos del sistema, del “desahorro” en el fondo de estabilización y de menos recursos para los Ministerios de Hacienda y Minas por concepto de administración de las regalías. Así las asignaciones a estas regiones pasarán del 10% al 20% anual, pudiendo mantener el nivel de ingreso de los departamentos. Adicionalmente, y en materia de fortalecimiento institucional, se busca mejorar el funcionamiento de los Ocad, de manera que haya mayor agilidad y seguimiento a los proyectos a financiar con regalías. Con ello, se podrán dar beneficios reales para departamentos como Tolima, Casanare, Sucre, Cesar y La Guajira. Esperamos que estas medidas surtan los efectos necesarios, para controlar una eventual crisis en las regiones del país.