Segmentación en el marco de programas de cumplimiento LA/FT/FPADM/C/ST
13 de enero de 2022Contenido
Con las recientes modificaciones a la reglamentación sobre prevención de los riesgos de Lavado de Activos, Financiación del Terrorismo, Financiamiento para la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva, Corrupción y Soborno Trasnacional (“LA/FT/FPADM/C/ST”), introducidas en 2021 por la Superintendencia de Sociedades, cada vez más sociedades se encuentran obligadas a implementar programas de cumplimiento. Uno de los elementos más complejos y demandantes en su construcción es la elaboración de la segmentación de riesgos.
Al respecto, la Superintendencia de Sociedades emitió el Oficio 220-191539 de dic. de 2021 absolviendo dudas en relación con la realización este proceso, que usualmente se ve reflejado en la creación de matrices de riesgo.
¿Qué es la segmentación?
Según el mencionado oficio, es un proceso en virtud del cual los sujetos integrantes de un mismo grupo, por ejemplo, las contrapartes (clientes, proveedores, administradores, accionistas, empleados, etc.), son catalogados en diferentes grupos requeridos para cumplir condiciones que sirven como filtro para dividirlos.
En este sentido una adecuada segmentación permite: (i) identificar el riesgo; (ii) individualizarlo; (iii) verificar su probabilidad de ocurrencia e impacto; y (iv) aplicar controles de prevención o mitigación específicos para cada uno de ellos.
¿Cómo debería hacerse la segmentación?
Aunque a veces se busca una respuesta inmediata y estándar, lo cierto es que la mejor segmentación es aquella que se hace a la medida para cada empresa, teniendo en cuenta sus condiciones particulares.
Cada empresa debe ponerse en la tarea de analizar cada una de sus relaciones con sus contrapartes, sus características y cómo cada una de ellas puede exponerlos en mayor o menor medida al riesgo de LA/FT/FPADM/C/ST. Esto sin perjuicio que existan algunas variables sugeridas para tener en cuenta, como las relaciones con PEP, con contrapartes ubicadas en países no cooperantes, etc., que por regla general son indicadores de mayor exposición al riesgo.
¿Quién es el encargado de realizar la segmentación?
Es cierto que existen expertos que se encargan de estos temas. Sin embargo, el error más común para una empresa es pensar que con la contratación del experto puede desentenderse de este proceso.
La segmentación de riesgo debe estar hecha a la medida de cada empresa. El sector económico, el tamaño, la organización interna, los clientes, la ubicación geográfica, entre otros, modifican sustancialmente el tipo e impacto de riesgo al que esta expuesta una compañía. Por este motivo, nunca habrá dos segmentaciones iguales.
Aunque el experto es sin duda un excelente apoyo en este proceso, quien conoce a fondo el funcionamiento de la compañía es quien trabaja diariamente en ella y quien será fundamental para enriquecer la construcción de la segmentación, para que corresponda con la realidad de la compañía y se convierta en una herramienta para prevenir y combatir los riesgos en cuestión.
Además, una vez adoptada una matriz de riesgo, su aplicación estará en manos de la compañía, que de no haber participado activamente en su elaboración, encontrará una serie de riesgos y medidas remediales que pueden no ajustarse al funcionamiento interno de la misma, a sus procesos o generar excesivas cargas administrativas para la empresa, lo que se terminará viendo reflejado al fracasar
en su aplicación.
Así las cosas, la segmentación de riesgo exitosa es aquella en que tanto expertos como empresas trabajan mancomunadamente en identificar riesgos y soluciones reales y sostenibles en el tiempo. Empresas y expertos, ¡llego el momento de trabajar juntos!