Cláusulas de Recisión

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Me voy a detener un poco en las cláusulas de recisión que la reforma laboral definitivamente prohibió y que hasta el momento han sido incluidas en prácticamente todos los contratos de trabajo de los futbolistas profesionales en Colombia.

En teoría es una suma de dinero que las partes acuerdan para que el jugador pueda dar por terminado el contrato de trabajo con el club que lo une. Tal vez la mayor manifestación mediática de estas fue el momento en que el abogado del Paris Saint Germain salió en una foto con un cheque de 222 millones de euros.

Es posible, no siempre, que la renuncia de un jugador de futbol represente una pérdida económica para el club empleador, para esto y de antemano, las partes fijan el valor de la indemnización de tal manera que si el jugador renuncia deberá pagar la suma pactada para poder continuar su carrera donde el quiera. En realidad, la paga el nuevo club.

Son varias las características por las que, a mi modo de ver, estas cláusulas son odiosas (afortunadamente ya son ilegales); la primera es que la indemnización por despido injusto no se modifica, por lo tanto un jugador al que le quedan tres años de contrato con una cláusula de cincuenta millones de dólares y un salario de 3 millones anuales recibiría, si lo despiden apenas 9 millones, mientras que si renuncia debería pagar 50.

En el caso anterior hay algún equilibrio entre salario y cláusula, en Colombia esto no ocurre; un jugador que se gana el salario mínimo, tiene generalmente una cláusula de un millón de dólares lo que representa más de dos mil veces el salario, hecho abiertamente abusivo.

La utilidad de estos acuerdos tampoco la veo clara; el fútbol es dinámico, hay jugadores que rápidamente logran mejorar su cotización, es el caso de Neyser Villarreal que en muy poco tiempo, un sudamericano, logró hacer en nueve partidos de selección 8 goles. Ignoro si tiene cláusula de recisión o no su contrato; de haberla tenido, por tratarse de un jugador joven, seguramente con un salario bajo su cláusula sería seguramente de un millón de dólares que cualquier club pagaría y no representaría un buen negocio para el club empleador. Ese caso hipotético ha ocurrido ya en Colombia, un jugador con una cláusula baja que es cancelada por le jugador que busca salida.

Si por el contrario la cláusula es abusiva como ya se indicó, no creo que dure mucho en el escritorio de un juez de tutela que seguramente, en defensa del derecho al trabajo del jugador permita que este busque trabajo sin pagar.

La creencia es que las cláusulas protegen a los clubes, personalmente creo que, como lo indiqué en los dos párrafos anteriores no tienen ninguna utilidad, la dirigencia sin mucho tino las sigue incluyendo en los contratos.

En muchos países europeos, como en Inglaterra estos acuerdos están prohibidos y curiosamente es el sitio donde más dinero se paga por los jugadores, al no existir ninguna cifra que fije una negociación, los clubes pueden, mediante negociaciones duras sacar mucho dinero frente a un presidente con un capricho por algún jugador específico. El caso de Gareth Bale es emblemático, Real Madrid pagó mucho más por el jugador que lo que las páginas especializadas indicaban, era un capricho del presidente blanco.

Parecería que sin estas cláusulas los clubes colombianos quedarían desamparados frente a los poderosos clubes europeos o brasileros, no creo que sea así. Si implica para los clubes un trabajo más cuidadoso con los jugadores y en la redacción de los contratos y una política de transferencias clara.