Análisis

Diplomacia, política y deporte

26 de febrero de 2018

Andrés Charria

Fundador de Tres Puntos Consultores
Canal de noticias de Asuntos Legales

Contenido

a terminaron los juegos olímpicos de invierno de Pyeongchang con algunas novedades en temas de atuendos, medallas inesperadas y la PRIMERA participación de atletas colombianos en estos juegos, con cuatro deportistas.
A pesar de los intentos de los dirigentes deportivos de alejar el deporte de la política, estas dos manifestaciones humanas tienden a unirse, en la inauguración de estos juegos se vio delegaciones de Corea del Norte y del Sur, desfilar unidos con una sola bandera, impensable hace muy poco tiempo. No es la primera vez ni será la última en que, de manera organizada como esta, o más espontáneo el deporte participa de la actividad cultural, política y general de la los estados.

Por allá por los años 70, Richar Nixon y Mao Zedong representaban los más duro de la guerra fría, una idea de empezar a acercar a las dos potencias se vio materializada con la invitación del gigante asiático a el equipo nacional de Tenis de Mesa estadounidense que jugaba el campeonato mundial de esta disciplina en el vecino Japón. La decisión de invitar a nueve deportistas y algunos periodistas la tomó directamente el propio Mao; fue este el primer paso para el inicio de las relaciones entre estos dos países.

El fútbol también ha tenido temas políticos no tan afortunados, me acuerdo perfectamente del partido, o como se quiera llamar, que debía haber jugador por allá por 1973 los equipos de Unión Soviética y Chile en Santiago. Después del golpe de estado del 11 de septiembre de aquel año; los soviéticos se negaron a viajar a Chile y el equipo de Elias Figueroa y Carlos Caszely clasificó sin jugar el último partido del repechaje. En el mismo mundial de Alemania, en aquel entonces República Federal Alemana, se vio el único enfrentamiento directo de las “dos Alemanias”; que tuvo más expectativas que lo que al final se jugó, un gol del desconocido Sparwarsser hizo que los “comunistas” ganaran a pesar de ser ampliamente favoritos los locales y el partido que se vendió como una guerra acabó siendo 90 minutos bastante aburridos. Como anécdota me acuerdo haber visto ese partido en el aquel momento modernismo Coliseo Cubierto el Campín en pantalla gigante “a todo color”.
El futbol siguió demostrando que los jugadores están muy por encima de los dirigentes que los acompañan y por supuesto de los políticos. Ya para el mundial de Francia 98 Irán, con su revolución y Estados Unidos como su principal enemigo jugaron un partido en el que ganó Irán, la tradicional foto de inicio de partido es bien especial pues los 22 jugadores con árbitros se mezclaron sin mayor problema con banderines y flores en un clima de fiesta, al final, a pesar de que algunos dirigentes, con muy mal tino lo llamaron “la madre de todos los partidos” el partido se jugó como uno más, el jugador americano Jeff Agoos dijo “en 90 minutos hicimos más por la paz que lo que hizo nuestro país en 20 años”.

En ese mundial y precisamente Irán ha sido el único equipo que dejó en blanco la página del álbum de Panini, al menos en Colombia, tema que comentaré en otra columna.

En Colombia, en los peores momentos de violencia política Virgilio Barco se puso la camiseta que Lucho Herrera había ganado en la vuelta a España. Lo más reciente sin lugar a dudas fueron los quince días que nos regaló el equipo de “Don José” jugando en Brasil mientras en Colombia lo más bajo de las campañas políticas se desarrollaba, gracias a James, Cuadrado y Yepes nos olvidamos por un rato de los políticos, hackers y demás.