Juegos Olímpicos

Dopaje y lesiones

21 de junio de 2022

Andrés Charria

Fundador de Tres Puntos Consultores
Canal de noticias de Asuntos Legales

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La lista desustancias prohibidas de la Agencia Mundial Anti Dopaje son básicamente medicamentos; utilizados para tratamientos específicos y que consumidos por los deportistas en determinadas disciplinas sirven para mejorar el rendimiento. Tal vez la sustancia más detectada en los controles al dopaje de los deportes de fondo es la eritropoyetina una hormona utilizada en muchos tratamientos médicos.

Así pues, un deportista con algún problema de salud podrá utilizar determinado medicamento para recuperar su condición y no para mejorar el rendimiento; y muchas veces estos medicamentos tienen componentes de la lista de sustancias prohibidas. Para evitar una sanción el deportista debe conseguir una excepción de uso terapéutico que no es más que una autorización para utilizar una sustancia prohibida durante determinado período de tiempo.

Es posible entonces competir con algún problema médico, consumir una sustancia prohibida y no dar positivo por dopaje; esto se hace desde hace mucho tiempo y es perfectamente aceptado la pregunta es ¿es necesario?

Hace ya algún tiempo Omar Gabriel Batistuta indicaba que no podía dormir del dolor que tenía en sus rodillas, a causa de permanentes infiltraciones que le calmaban el dolor de las rodillas que eran golpeadas y que el médico aplicaba de manera indiscriminada. En el pasado Roland Garros Rafael Nadal indicó que jugó varios partidos infiltrados para poder superar el dolor crónico que le causa una lesión que tiene en un pie. Me parece que una persona enferma no debería competir en deportes de alto rendimiento, se llame Nadal, Batistuta o Froome, sea un torneo de Grand Slam, la Vuelta a España o el mundial de fútbol. Si un ciudadano normal enfermo no puede ni debe trabajar lo mismo debería ocurrir con los deportistas.

Varios ciclistas indicaron que, de hacerse semejante tratamiento, el de Nadal, en carrera serían tratados como tramposos y habrían sido sancionados por dopaje. En efecto los ciclistas son tratados como tramposos aún sin pruebas y el sistema de control al dopaje los trata como tal. Pocos deportes son tan controlados y los deportistas observados de manera tan perspicaz como el ciclismo. En prácticamente cualquier carrera hay controles al dopaje a los que ganan, a los portadores de camisetas y a cualquiera que considere cualquier autoridad que es sospechoso.

Contrasta esto con otros deportes que básicamente no tienen controles al dopaje; campeonatos enteros de muchos deportes son ignorados por WADA o los controles son mínimos. Los deportes de conjunto, salvo el ciclismo, gozan de una extraña sensación de “limpieza” que personalmente me parece extraña. En el fútbol, por ejemplo, no en todas las fechas de un campeonato hay control al dopaje, en las que se decide hacerlo, durante una fecha de 8 partidos, se sortean dos partidos para hacer control, y entre los 50 jugadores se sortean 4 deportistas que deberán entregar muestra para analizar. Siendo generosos menos del 1% de los deportistas entregan muestra durante un campeonato; decir con esto que el fútbol está libre de dopaje está bastante alejado de la realidad. En los juegos olímpicos a los tres deportistas del podio se le hace control al dopaje, en los deportes de conjunto esto no se hace supuestamente por cuestión de presupuesto, no creo que el mundial de fútbol o los juegos olímpicos no tengan presupuesto para asegurar que estos deportes se encuentran libres de dopaje. El campeón mundial de fútbol debería ser analizado totalmente, es decir los 25 jugadores inscritos en el partido de la final.