¿El fútbol de quién?

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Ya hemos visto como el nuevo presidente de Fifa está yendo a todos los países entregando, sin mayor control, sumas enormes de dinero a los presidentes de cada una de sus asociaciones tal como lo hacía el señor Blatter.

Se busca también mayor participación de las mujeres y de los grupos de interés y de respeto a los derechos humanos; indica que dichas políticas deberán ser replicadas por las federaciones miembro en todo el mundo. Llama la atención la poca participación de jugadores y clubes quienes en últimas son los verdaderos actores del fútbol, por un lado, los deportistas son quienes logran reunir cantidades enormes de personas gracias a sus habilidades y por otro, los clubes son quienes mes a mes pagan sumas enormes a estos jugadores. Salarios que tienen que seguir sufragando aun cuando los jugadores se encuentren con sus selecciones nacionales exponiéndose a lesiones y promocionando marcas ajenas al club.

Los clubes se han dado cuenta que son ellos los reales motores del fútbol de alto rendimiento, los campeonatos locales e internacionales mueven mucho más público y dinero que la gran mayoría de los organizados por Fifa, en Europa las ligas manejan de manera independiente sus torneos y a las federaciones les queda una cada vez más desvalorizada copa, las selecciones y el fútbol aficionado. En Suramérica siguen siendo los torneos profesionales manejados por las federaciones; apenas este año varios clubes profesionales de Brasil resolvieron emanciparse de la confederación brasilera y crear una liga que terminó con todo éxito hace poco tiempo; igualmente se está planeando crear una Super Liga suramericana (todavía sin participación de los equipos colombianos) que maneje un torneo con las características de la Champions League europea.

Pasa igual con los jugadores, quienes son en últimas los que logran que el fútbol sea el deporte con mayor audiencia del mundo, en Colombia todavía algunos dirigentes de la vieja guardia consideran que un jugador se encuentra en cualquier plaza de mercado del Valle del Cauca y que son totalmente reemplazables, pero la realidad es que los ingresos de cualquier club y campeonato dependen directamente de la calidad de sus jugadores y las marcas buscan desesperadamente a estas estrellas. Sería bueno oír a los jugadores en temas como seguridad en los partidos, organización de los campeonatos y el calendario y número de partidos pues son ellos los que deben sufrir los rigores de temperatura, lesiones y horas absurdas para desarrollar un partido.