¡Es la televisión!
20 de mayo de 2019Contenido
En pocos días se concluirá la conquista del fútbol europeo por parte del inglés, contrario a las políticas de brexit, el fútbol de la isla pretende quedarse en el continente; las dos finales, de Champions y Europa League serán disputadas por Liverpool, Tottenham, Chelsea y Arsenal en una clara señal de dominio de la Premier League frente al resto de campeonatos europeos. Al mismo tiempo y guardando todas las distancias, en Suramérica el fútbol colombiano cada vez se hace más local y pierde importancia frente a ligas como la ecuatoriana; para la fase final de la Copa Libertadores ningún equipo de Dimayor jugará, por el contrario Liga de Quito y Emelec de Ecuador y Libertad, Cerro Porteño y por supuesto Olimpia de Paraguay compiten con los siempre poderosos argentinos y brasileros; dos ligas aparentemente de menor calidad que la colombiana juegan Copa Libertadores; por el contrario en la Sudamericana los colombianos jugaran con equipos desconocidos como Unión La Calera y Deportivo Santaní.
Las dos situaciones anteriores tienen, en mi opinión una causa común, derechos de televisión y por supuesto repartición de estos dineros. El campeonato máximo inglés recibe sumas exorbitantes que son repartidas de manera tal que incentiva la calidad, de los que están arriba para mejorar y así poder jugar las competiciones europeas y de los que están abajo para intentar subir un escalón en calidad que se verá reflejado en más dinero y por supuesto, mejores expectativas deportivas; todo un éxito por parte de la organización del fútbol profesional inglés. En Colombia por el contrario, nuestro maltrecho fútbol profesional recibe poquísimo dinero por derechos de televisión, menos que la que reciben ligas aparentemente de menor calidad como la ecuatoriana o la peruana y, para agravar la situación, se reparte de manera tal que incentiva la mediocridad pues ganar torneos o prender televisiones no implica más dinero de televisión.
Llama la atención que estos dos países se enfrentaron en el pasado mundial y por fútbol de equipo (no hablo de organización, salarios, campeonato) todo quedó igualado es decir, 11 contra 11 -tenemos más o menos el mismo fútbol-, las diferencias son económicas y organizativas.
Se está hablando de un canal “premium” de fútbol colombiano para intentar aumentar el dinero a entregar a los equipos, canal que tiene pocos incentivos, algo de fútbol de la B colombiana, un poco de fútbol femenino y un tris de otros deportes. ¿Será esto suficiente para mejorar los recursos de los maltrechos clubes colombianos? Y de serlo, ¿será repartido para que la competencia por ganar se incentive en vez de invitar a muchos equipos a permanecer en la segunda división para recibir lo mismo y gastar menos de la mitad?
Por la estructura del ingreso y la forma de tomar decisión en el fútbol no parece posible que el sistema de reparto de dinero vaya a cambiar, la mayoría de los equipos están a gusto en su eterna mediocridad y los pocos que por hinchada o historia pueden cuentan con pocos recursos para salir de este incómodo lugar.
No faltó la folclórica intervención de un dueño de equipo que dice que si es por plata él la pone, sería interesante preguntarle a este emblemático del fútbol si pondría el dinero para que el fútbol permaneciera es un limbo de mediocridad o por el contrario para que los buenos mejoren y los mediocres intenten salir de ese limbo incómodo.