Fútbol y Política
24 de junio de 2024Contenido
En estos momentos en Europa y especialmente en Francia las tensiones políticas entre la derecha y la izquierda son importantes, el próximo domingo se realizarán elecciones en medio de una puja nunca vista con el más que probable ascenso al poder del partido de Marine le Pen un partido nacionalista y algo xenófobo.
El propio Jean Marie indicó sobre el equipo campeón del mundo de Francia 1998 que no se sentía representado pues había muchos jugadores “de color”.
Con este grupo político y la forma de pensar de muchos franceses, parece que la mayoría, Kylian Mbappé decidió tomar partido y alentar a los franceses, a todos y no solamente a los blancos con abuelos franceses a votar y a alejarse de los extremos. En ese contexto, el arquero español Unai Simón, vasco él, dijo que como futbolista profesional sólo debe hablar de temas deportivos y no entrar en otras cuestiones.
La controversia está planteada desde hace mucho tiempo; ¿deben los jugadores de fútbol hablar de política? o al menos ¿pueden? El fútbol nunca estará alejado de la política y mucho menos del poder, vimos a Videla, a Putin y a los jeques de Qatar promocionarse en un mundial. Algunos jugadores, casi siempre retirados han fijado posiciones políticas; Faustino Asprilla, o Luis Figo opinan sobre el gobierno que les tocó y sus dirigentes.
Casi nunca se oye a un jugador en activo opinar sobre tal o cual dirigente de manera directa, como siempre en el fútbol las mujeres son la excepción y Megan Rapinoe no solo opinó, sino que se peleó directamente con su presidente el señor Trump y finalmente se abstuvo, con varias compañeras de pisar la Casa Blanca.
Personalmente considero que no solo pueden hablar, sino que lo deberían hacer; los futbolistas generalmente surgen de los estratos más humildes y si no son ellos que por sus habilidades son personas con mucho dinero, su entorno de infancia será el beneficiario de las políticas que cualquier gobierno desarrolle. En el caso francés, uno de los grandes debates actuales es la inmigración de africanos al continente europeo. La gran mayoría de los jugadores nacieron en territorio francés hijos o nietos de inmigrantes. Este caso muestra claramente por qué opina Mbappé.
Si permanentemente los jugadores hablan sobre religión, celebran goles con bendiciones y cada vez que les acercan un micrófono dan gracias al altísimo sin mayores problemas, por qué no se va a poder hablar de quien de manera más real puede modificar su vida o la de muchos de sus conocidos.
No hablo de determinada tendencia política, derecha, izquierda, ecologistas o lo que sea, pero es importante conocer qué opinan los referentes de muchos, muchísimos ciudadanos que votan y como no, pagan impuestos. Generalmente se sancionan las manifestaciones de derecha, pero las de izquierda se miran con otros ojos. El buenismo europeo tiene estas características.
Los futbolistas promocionan marcas, estilo de vida y por supuesto son la vitrina de su equipo y sus patrocinadores. ¿No podrán, opinar sobre como se sienten gobernados o por quien van a votar?
Las redes sociales, trinchera de desadaptados anónimos no ayudan, Egan Bernal y Nairo Quintana elevaron su voz y opinaron sobre nuestros malísimos gobernantes y no les fue bien, muchos imbéciles llegaron a decir que lo mejor que les podía pasar era una caída.
Opinan los dirigentes, los dueños del fútbol, los patrocinadores, los periodistas y pretenden que los futbolistas solo jueguen al fútbol y hablen de fútbol porque no son los indicados para estos menesteres. ¿es en serio?
*Andrés Charria, Fundador de Tres Puntos Consultores