VAR

Jara, el VAR y otros asuntos cortos

02 de julio de 2019

Andrés Charria

Fundador de Tres Puntos Consultores
Canal de noticias de Asuntos Legales

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La Copa América se encuentra, al momento de publicar la presente columna, en etapa de semifinales, ignoro cuál habrá sido el resultado y si ha habido manifestaciones adicionales de orden jurídico por lo que escribiré de lo ocurrido en la etapa de grupos.

El primer tema es la utilización del VAR, muchos aciertos y algunos desaciertos; ya lo he comentado varias veces como la tecnología debe estar al servicio del juego; desde un principio y aún ahora algunos detractores indican que con el VAR se pierde la picardía del fútbol, personalmente me parece un argumento tonto, hacer trampa y no ser cogido no es picardía, es trampa y si se pueden evitar este tipo de conductas, bienvenido el VAR. Siguen dos problemas latentes, el primero y más evidente es la pérdida de ritmo en el juego, no hay un procedimiento claro de utilización, vemos como el árbitro primero habla con alguien luego detiene el juego y sigue hablando para finalmente acudir a la estación de VAR, para continuar mirando la jugada dudosa, al final luego de más de cinco minutos el juego se reanuda con alguna decisión. Esto le resta fluidez al juego, en temperaturas altas puede ser utilizado para hidratar a los jugadores, pero no me quiero imaginar seis minutos en un partido de la liga alemana a temperaturas bajo cero. Es el momento de darle agilidad a esta herramienta. El otro tema son las jugadas en las que debe actuar el VAR, no todas deben ser analizadas, se debe tener claro que se debe mirar y sigo pensando que los técnicos o alguna persona de cada equipo debería tener la potestad de pedir una o dos veces la utilización del VAR, a cambio de algo, podría ser una sustitución.

El segundo tema es la agresión del jugador chileno Gonzalo Jara que mediante una zancadilla (no es un patadón como algunos afirman) hace caer a un intruso que interrumpe el partido y pone en serio riesgo la integridad de quienes están jugando, árbitros y jugadores. El primer tema por analizar es que esta moda no es divertida ni mejora el juego, los jugadores no se pueden quedar de brazos cruzados esperando a que la seguridad del estadio coja al energúmeno y lo reduzca, varios videos de agresiones a deportistas por este tipo de personas hay en internet, el peor de todos, la puñalada que Mónica Seles recibió y que prácticamente le terminó la carrera. Ya sea una linda rubia o un hombre disfrazado de gallina, nada tiene que hacer en el campo de juego y tal como lo hizo Jara, los deportistas tienen derecho, creo yo, de defenderse. No es lo mismo la patada voladora que Eric Cantoná le pegó a un aficionado en la tribuna a una zancadilla sin mayores consecuencias.

Como siempre, luego de un campeonato desafortunado en cualquier equipo, de barrio o de selección nacional, la tentación es despedir al técnico es grande, es más fácil sacar a uno que a 11. El caso actual y que ya está en prensa es el de Hernán Darío Gómez que hizo una pobre campaña con Ecuador. No sé si será la mejor solución sacar al técnico, es más dudo que otro entrenador haga algo mejor, lo que no entiendo y que es recurrente es la forma en que se firman contratos, a sabiendas que el cargo es bastante inestable se acuerdan plazos de más de tres años, hecho que genera indemnizaciones por terminación unilateral realmente altas. ¿No sería mejor otra forma de contratación por objetivos con una salida barata si estos no se cumplen? En jugadores de fútbol no se puede por reglamentaciones Fifa y nacionales, sin embargo, para el técnico la contratación es libre.