La Primera C
28 de septiembre de 2020Contenido
El fútbol profesional es un sistema que permanentemente está formando jugadores jóvenes para remplazar aquellos que por edad, condiciones o lesiones se retiran. Para muchos jóvenes es una forma de vida y una profesión algunas veces muy bien remunerada.
En Colombia hay apenas 36 clubes profesionales cada uno con máximo 25 cupos, algo menos de 1.000 vacantes, número infinitamente menor al de los jugadores que por calidad podrían hacer parte del fútbol profesional organizado.
Colombia ha estado retrasada en fútbol profesional, el campeonato de primera división apareció por allá en 1948 casi 50 años luego de aquellos del sur del continente y la segunda división a principios de los 90. Durante muchísimo tiempo el campeonato se realizaba con los mismos 14 equipos con una particularidad que lo hacía terriblemente mediocre, no había descenso.
El fútbol era malo por donde se le mirara, apenas en 1990 con el descenso pudo empezar a hacerse notar en el panorama internacional. Aquellos equipos que en su momento nada tenían que hacer para seguir en primera división les tocó pelear por permanecer en el lugar donde está el dinero y el fútbol mejoró. Se clasificó tres veces seguidas al mundial y empezó el boom de los jugadores colombianos que hoy por hoy es un hecho.
Gracias a este boom aparecieron muchos equipos con deseos de participar como clubes organizados en un torneo profesional, ciudades intermedias con capacidad logística, ciudadanos dispuestos a ir al estadio a ver a su equipo competir y empresarios nacionales e internacionales con capacidades económicas para invertir.
Si nos comparamos con países como Argentina donde hay una población muy similar a la de Colombia, esos 36 equipos que nombré anteriormente se quedan extremadamente cortos comparándolos con los 106 que juegan a nivel profesional divididos en tres categorías, sin contar los otros cientos de equipos que juegan a nivel semiprofesional en canchas de barrio y equipos como Atlas que son reconocidos en todo el continente.
Ahora bien, es evidente que la cultura del fútbol no es la misma en todos los países y que es normal que en Argentina la estructura y las condiciones de un dos veces campeón mundial sean infinitamente mas grandes que las nuestras.
El problema radica en la pereza de directivos del fútbol colombiano que participan en el torneo de la B, los cuales están cómodos con el dinero que se entrega por los derechos de televisión y no tienen ningún interés en invertir en sus equipos por qué no existe absolutamente ninguna presión sobre el rendimiento de los mismos ya que al no haber mas equipos, cualquiera que cuente con un cupo en el torneo podrá quedar de ultimo y hacer 0 puntos por tiempo indefinido sin ninguna consecuencia.
Así mismo, si analizamos la situación actual del fútbol en Estados Unidos, las circunstancias cambian radicalmente ya que a pesar de no contar con un sistema de ascensos y descensos la estructura que han logrado dirigentes y empresarios es cada vez más robusta y genera más confianza en jóvenes estrellas sudamericanas en jugar en la MLS antes de dar el paso a Europa.
Teniendo en cuenta lo anterior ¿que será lo mejor para el fútbol colombiano?
Está claro que el problema de fondo no radica en contar con un sistema de descensos y ascensos, pero si tenemos en cuenta la cultura del menor esfuerzo que se vive en este País, contar con una “primera C” generaría un cambio radical de actitud y sin ninguna duda volvería nuestro fútbol infinitamente mas competitivo.