No tienen ni idea
14 de mayo de 2024Contenido
La semana pasada salió la noticia que Wada tiene “en la mira” a Colombia pues a pesar de estar en año de Juegos Olímpicos y de tener varios deportistas listos a viajar a París en el año, salvo en ciclismo que asume los costos, no se ha realizado un solo examen de control al dopaje, o al menos así dice la noticia.
Llama la atención la situación, más aún cuando hace algún tiempo, no mucho, Colombia era pionera en estos temas, con un laboratorio con tecnología de punta y profesionales con la experiencia y los conocimientos necesarios en el tema.
Es increíble la ignorancia en Colombia; los deportistas no tienen ni idea del sistema, compran medicamentos y ayudas en tiendas naturistas, varias empresas de servicios a domicilio promocionan ayudas dopantes y en cualquier droguería se puede comprar la mayoría de sustancias de la lista sin problema. Los gimnasios son una cueva donde cualquier entrenador ofrece productos milagrosos. La creencia extendida es que solo se considera dopaje consumir una sustancia que mejora el rendimiento. No saben bien que es mejorar el rendimiento, pero casi siempre que aparece un deportista dopado la afirmación es esa. Eso no mejora el rendimiento, es para recuperar mejor, o la tomé porque me sentía mal, pero, repito, la ignorancia sobre el tema es supina. Doloroso es cuando los sancionan precisamente por ignorantes. Entre dos y cuatro años para entender.
A pesar de tener la obligación legal de asistir a los deportistas según el artículo 11 de la ley 2084 que indica “La Defensoría del Pueblo prestará sus servicios en favor de los deportistas acusados de infringir las normas antidopaje y que por sus condiciones económicas carezcan de recursos suficientes para proveer su defensa técnica, sin costo alguno para el procesado” esta entidad ni siquiera responde los derechos de petición, parece que no está dentro del panorama de esa entidad cumplir con esta obligación legal.
Mas complejo es la situación de las federaciones nacionales sobre todo de aquellas que manejan deportes olímpicos. He hablado con varios funcionarios de algunas y sin la más mínima vergüenza afirman que no tienen idea de cómo funciona el sistema. Como no han tenido casos de dopaje (porque no hay controles) no ven la necesidad de prepararse para atender un caso que llegue. No hay controles, no hay necesidad de capacitarse y ese dinero se puede dedicar a otros asuntos relacionados con la práctica del deporte o para pagar algún favor.
El ministerio es una entidad oscura donde para intentar plantear soluciones al problema, para hablar con la ministra hay que acudir a la secretaria privada para que ella sea el primer filtro; si le interesa a esta dama, consultaría con la agenda de la ministra para intentar hacer una reunión preliminar y posteriormente intentar entrar a analizar un problema que no da espera. En esa línea de tiempo seguramente la reunión se haría para noviembre o diciembre, listos para rezar la novena y entrar en vacaciones colectivas.
Preparar a los deportistas es utópico, según los dirigentes, que nada saben de dopaje, instruir a un deportista es sugerirle que se dope. Desde hace 20 años la única regla sobre dopaje que se enseña en el deporte colombiano es “cuiden sus termos”.
Si en gobiernos pasados donde había interés por el deporte se hacía poco, en estos momentos nada de nada. Seguramente la ministra irá a Paris a ver la disciplina que más le guste y, como no, a tomarse la foto con algún medallista colombiano que ganó algo muy a pesar del ministerio.
*Andrés Charria, fundador de Tres Puntos Consultores