VAR

Play Ball

26 de marzo de 2024

Andrés Charria

Fundador de Tres Puntos Consultores
Canal de noticias de Asuntos Legales

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El pasado miércoles 20 de marzo empezó la temporada regular de béisbol norteamericano, dos juegos que se organizaron en Corea con una semana de anticipación abrieron el campeonato profesional más largo por número de partidos jugados. Cada equipo juega 162 partidos de los cuales 81 son de local más finales que pueden ser más de diez. Este torneo de más de cien años se ha desarrollado sin interrupción desde finales del siglo XIX. Apenas dos interrupciones una por una larga huelga y la otra mucho más corta por el ataque al Word Trade Center.

Muchas cosas hay que comentar de las Grandes Ligas; el primero es que son 30 equipos que participan en un total de 2430 juegos. Cada equipo tiene días especiales, por ejemplo los medias rojas de Boston siempre deben jugar de locales el día de la maratón de la ciudad. La mayoría de los equipos tienen fuegos artificiales o días donde se retira la camiseta de un jugador, otros temáticos de Harry Potter o la Guerra de las Galaxias. Organizar semejante cantidad de partidos debe ser sumamente difícil pero nunca ha habido problema al respecto. El beisbol permite dos juegos seguidos en un solo día aspecto que ayuda a cuadrar partidos aplazados por lluvia, o algún inconveniente.

El promedio de asistencia de la pasada temporada fue de 29.295 espectadores por partido. Esta cifra es muy importante pues representó un crecimiento del 9.1% frente a la de 2022. Los dirigentes de la Grandes Ligas veían como año a año disminuía la cantidad de espectadores y luego de algunos estudios identificaron como principal causa los partidos lentos que lo hacían muy aburrido para las nuevas audiencias. Lograron reducir el tiempo del partido sin afectar la calidad del juego; una medida tan sencilla como el reloj de los lanzamientos hizo un juego mucho más ágil e interesante para los nuevos aficionados mucho más mediáticos y amigos de noticias cortas en redes sociales. Eso demuestra que cambios menores que aceleren en ritmo del partido mejora la calidad y agilidad de los partidos, indispensable para captar a las nuevas generaciones. Contrasta esto con las interminables sesiones de dolor que en nuestro fútbol en todo el mundo se ven cuando tocan a un jugador y detiene de manera desesperante el ritmo del juego; ni que decir de los paseos al VAR de los lentísimos árbitros. Partidos cada vez menos jugados y mas largos. Algo habrá que hacer.

Mucha gente considera aburrido este deporte y lo mira de manera despectiva, se trata de un espectáculo familiar donde los fanáticos van a disfrutar de un evento en estadios cómodos con toda clase de servicios. Boletas desde 16 dólares en el estadio de Miami Marlins hasta más de dos mil dólares para ver a la nueva estrella del béisbol el japonés Shohei Ohtani debutar en el estadio de Los Ángeles Dodgers. Dentro del estadio se puede comer, comprar y divertirse con actividades diversas y diferentes al partido. La premisa es hacer de cada juego una experiencia única, por eso la seguridad y comodidad en el estadio es fundamental y hay cero tolerancia frente a cualquier desmán o brote de violencia. El beisbol es para la familia, los niños; acá no hay lugar para violentos.

Estamos años luz de semejante espectáculo y sobre todo la organización y forma de entender los reglamentos para mejorar la experiencia del espectador. Sería bueno intentar copiar algunas de las soluciones que han tomado y que realmente han solucionado problemas. La repetición por vídeo que utilizan los jueces allá es mucho mejor que nuestro desesperante VAR.

*Andrés Charria, Fundador de Tres Puntos Consultores