Fifa: Federación Internacional de Fondos Asociados

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Entre derechos de transmisión, Asociaciones y Federaciones de los países del mundo, la logística de los mundiales, copas internacionales, derechos de patrocinio e incluso empresas de reventa de taquillas, como el reciente sonado caso de Philippe Blatter, sobrino de Joseph Blatter, Presidente de este organismo; La Fifa ha sabido cómo recaudar a costas de la ilusión de los pueblos más de €3.165 millones en lo que ellos llaman “reserva de una Asociación sin ánimo de lucro”.

Y es que esta Organización sin ánimo de lucro es la responsable de premiar el juego sucio, los mordiscos y la trampa, amparados en los errores humanos de un juego que merece un poco más que el simple dinero de una taquilla. Han visto los niños que salen con la bandera de Fair Play antes de un partido mundialista? Esos mismos niños a los cuales Leonel Messi ha dejado con la mano estirada? Sí, ahí debajo está el señor Blatter con su caja registradora facturando cada respiración y lágrimas de los espectadores y televidentes de este espectáculo.

El fútbol, un deporte digno y apasionante, ha visto especialmente en éste, “el mejor mundial de la historia”, cómo equipos que han mostrado una superioridad contundente como Costa Rica, México, Colombia y el mismo Chile, han sido aplastados desde los inventos de una chequera con la cual ningún país puede competir. La Fifa, patrocinadora de la famosa “mano de Dios”, el debacle económico en Sudáfrica y la existencia del árbitro Español Carlos Velasco Carballo, entre otras; ayer se marchó de Brasil contando los millones de Euros que absorbió como esponja en éste, un mes negro para un país feliz que lo único que necesitaba era no dejarse reventar con una crisis socioeconómica auspiciada por los intereses reeleccionistas de la inoperancia pública de alguien que no puede hablar en público por temor que su pueblo la abucheé. 

Gracias a la Fifa, Brasil como país, Brasil como pueblo y Brasil como equipo de fútbol sufrieron este último mes humillaciones por las que no tenían que haber pasado. Su pueblo, feliz a medias, deseó profundamente además de no realizar el mundial en su territorio, haber perdido en cuartos de final contra Colombia; pero gracias a la Fifa y a su patrocinio por la criminalidad resumida en Carlos Velasco Carballo, tuvo que sufrir la humillación con Alemania, enfrentarse a Holanda por el tercer puesto y adicionalmente, someterse a que Argentina pudiera convertirse en Campeón en territorio Carioca.

Los brasileños nunca olvidarán que la Fifa es la principal responsable de que su país haya construido estadios únicamente para ver a Argentina en la final del mundial. Desde hoy, 14 de julio de 2014, la Fifa, Organización sin ánimo de lucro que carece de organismos de control para regular sus decisiones y sus finanzas pasará a la historia como una esponja que en un solo mes, pudo absorber más recursos que los dirigentes que han promovido la actual crisis económica de los últimos años. 

Brasil, un país bien querido por todos los Colombianos y el mundo entero, territorio con extrema cultura social, cultural y de auto sostenimiento, Estado fundamentado en los derechos de sus nacionales, potencia mundial perteneciente al selecto grupo del G-8; siente cómo hoy, la sonrisa y espaldarazos del señor Blatter en el último mes, se convierten mágicamente en una “pistola” de las que se hacen con la mano, a la hora de despedir el avión de la Fifa con rumbo a algún banco europeo.

Es el momento de evaluar socialmente las funciones y despropósitos de esta Organización y más allá de que se perpetúen en el deporte más apasionante y delirante del mundo, hay que ejercer una presión social para que los mundiales sólo se realicen en potencias económicas que no necesiten los guiños ofensivos para beneficiar a los anfitriones, mientras debajo de la bandera del Fair Play destruyen silenciosamente a su gente.