Medellín, innovadora y responsable

No es un secreto que a través de estas líneas se ha establecido en diferentes espacios, una denuncia recurrente a favor de la prohibición del asbesto en el país. Más allá de un movimiento social, las denuncias del mundo entero, las decisiones de Gobiernos del primer mundo, los casos de miles de víctimas anualmente reportadas y las que están apareciendo valientemente en Colombia; el llamado siempre ha sido para que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y no se hagan los ciegos frente a una realidad latente como lo es esta fibra letal que millones de personas consumen en múltiples aplicaciones industriales, y lo peor, sin saberlo.

Pues bien, esta semana y después de muchos intentos con las diferentes autoridades del país, alguien responsable y valiente atendió el llamado de las más de 100 personas involucradas en el movimiento NomasAsbesto en Colombia. El Señor Alcalde de Medellín, a través del Director del Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín, Isvimed, Dr. Diego Restrepo, oficializó el mensaje que días atrás había anunciado el Alcalde Gaviria, sobre la necesidad de suprimir el asbesto en las construcciones de la ciudad.

Medellín, una ciudad que hace 25 años era uno de los destinos más temidos para visitar en el mundo, con vestigios latentes de violencia, corrupción, narcotráfico y muerte, revela desde su extremo amor propio, criticado por muchos, los resultados de una cultura ciudadana estable y responsable, que con empuje, dignidad y proyección, ha encontrado desde sus administraciones, una mano amiga para generar continuidad en sus proyectos, los que con resultados inigualables hoy le hablan de cara a las ciudades más importantes del mundo.

Por decisiones como éstas, sin burocracia, sin compromisos, sin ruidos administrativos, Medellín, en cabeza del Alcalde Aníbal Gaviria, hoy puede mirar con la frente en alto a las cientos de víctimas Colombianas, que sin quererlo o aún sin saberlo, han perdido de forma negligente a sus seres queridos mientras cientos de multinacionales y agremiaciones pretenden defender a partir del “uso seguro” un mineral por el cual mueren más de 110 mil personas en el mundo.

El asbesto, prohibido por toda la Unión Europea, suprimido de raíz por los consumidores en Estados Unidos y desechado por más de 50 países, hoy hace presencia en Colombia con la reapertura de una nueva mina, hace presencia con las cientos de empresas que teniendo la experiencia y su línea productiva para sustituirlo, simplemente ignoran los llamados de las víctimas y se limitan a contaminarnos y hace presencia, aún más gravemente, en los círculos más altos de algunos legisladores que no contemplan en sus intereses particulares una decisión inmediata a esta problemática.

Medellín, una ciudad reconocida mundialmente por estar a la vanguardia en términos de educación, innovación, comercio y dinamismo económico, ha encontrado en sus administraciones una respuesta al éxito: “gobernar para todos sus estratos”, sin demagogia, sin temor al costo político y sin connotaciones populistas, todos son tenidos en cuenta, incluso los olvidados y satanizados en otras administraciones acostumbradas a gobernar por twitter. 

Gracias Medellín por atender el llamado de las víctimas de mesotelioma y asbestosis, gracias por ser los pioneros en la supresión de los productos con asbesto y sobre todo gracias, por mostrarnos que en Colombia si es posible soñar y pasar de ser la ciudad más temida, a la ciudad donde su eterna primavera se puede comprobar desde los resultados de sus gobiernos.