Opinión

Peligro inminente para confeccionistas nacionales

07 de marzo de 2014
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En vista de los más de 200.000 empleos generados en tan sólo un año, la Cámara Colombiana de la Confección y Afines le entregó un parte de tranquilidad y resultados al Presidente Juan Manuel Santos, quien a su vez y dentro de las decisiones que ha tomado para impulsar el sector de los confeccionistas, ha expresado con el decreto 074 de 2013 y 456 de 2014, todo su respaldo por éste, el sector que representa el 17% del empleo industrial en Colombia.

El presidente Santos quien en muchas ocasiones ha apoyado incondicionalmente a este importante sector, ha manifestado reiteradamente su satisfacción por los resultados de estas medidas, con la cuales según él: “hemos logrado crear más empleo que cualquier otro país de América Latina. Ningún país del mundo ha logrado bajar la tasa del desempleo mes tras mes sin interrupción. (…) En ese propósito de crear trabajo, este sector tiene una gran importancia, por eso cuando nos reunimos hace un año y me expresaron sus dificultades, yo no titubeé e inmediatamente di instrucciones para que se tomaran las medidas que por fortuna un año después, estamos viendo que producen muy buenos resultados”.

Estos decretos que subieron la tarifa arancelaria de las prendas terminadas e importadas de países con los que Colombia no tiene TLC, han contrarrestado la entrada masiva de confecciones a precios sospechosamente bajos, abriendo la posibilidad para que la industria confeccionista nacional compita en condiciones de mercado, generando tecnificación de la industria, incremento sustancial en las tasas de empleo y formalización del sector y calidad de sus productos.

Hasta ahí todo va bien. El Gobierno Nacional a pesar de sus infortunados reveses en temas como seguridad, salud, medio ambiente y educación, hay que reconocerle que ha hecho bien la tarea referente al impulso de esta industria; sin embargo una pequeña porción de empresarios pertenecientes a la Andi y a los que pareciera no convenirles algo de competencia histórica, solicitaron al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo una medida de salvaguardia, que tiraría por la borda literalmente los avances y resultados a favor de la industria de la confección nacional.   

Esta solicitud de salvaguardia para hilados y textiles, busca incrementar los aranceles a las importaciones en 15% y 20% respectivamente, lo que inmediatamente encarecerá la producción de la confección nacional, dándole paso a que nuevamente ingresen al país productos a precios irrisorios y de baja calidad, afectando directamente el número de trabajos generados en el último año, el fortalecimiento económico de los confeccionistas nacionales, la calidad de los productos y los múltiples beneficios otorgados para la industria que más impacta positivamente los niveles de producción, innovación y fortalecimiento del país a nivel internacional.

El eslabón de la confección que genera más de 85% del empleo y el valor agregado del sector, traduce sus beneficios en 1´600.000 puestos de trabajo activos que hoy más que nunca dependen de la protección del Estado, un Estado que está en deuda con estas personas que diariamente se levantan para construir un país más digno, seguro y por lo menos más equitativo.

La decisión la tiene ahora el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. El Presidente de la República, ha respaldado de forma decidida la gestión de los confeccionistas y los resultados cuantificables de las medidas adoptadas a favor del país. Ojalá y por el bien de la industria esta medida de salvaguardia no sea tenida en cuenta por la cartera Ministerial, porque nos veríamos enfrentados a otros chascarrillos parecidos a las escandalosas reformas a la salud a la educación o peor aún, a la justicia.