Reto legislativo para industria de la TV
20 de noviembre de 2015Contenido
Debido a la fuerza que cada día adquiere la Internet y las múltiples alternativas de acceso a contenidos audiovisuales que allí se ofrecen, ha surgido una nueva forma de ver televisión, donde el usuario dejó de ser un sujeto pasivo y se convirtió en sujeto activo, en tanto que ya no se limita a los contenidos que el radiodifusor u operador le quieran compartir, sino a los que cada cual desea acceder y disfrutar, en cualquier lugar y tiempo. En pocas palabras, antes era necesario estar a determinada hora frente al televisor para poder observar un programa específico, pero con el ingreso de los servicios streaming la forma de ver televisión cambio, en tanto que ahora el servicio va adonde el usuario se encuentre y se disfruta a la hora en que este pueda o desee acceder.
Estos cambios tecnológicos y culturales requieren que la legislación aplicable al servicio e industria de la televisión en Colombia se estructure y ajuste, en especial, frente al tema de protección de contendidos vía derecho de autor y derechos conexos, condiciones de acceso de los usuarios, régimen de concesión de licencias para generar escenarios homogéneos e interoperabilidad para la convergencia tecnológica (tecnologías de la información, telecomunicaciones - TIC - y servicios de televisión).
Para ello el legislador debe actuar pronto en establecer una política pública que permita fijar reglas uniformes tanto para el sector de redes, servicios TIC y televisión, sin barreras de entrada y a un precio justo, con mecanismos de control y vigilancia mas efectivos, en aras de proteger tanto el mercado como al consumidor final (los televidentes).
Por otra parte, se deben endurecer los mecanismos legales de protección de contenidos para evitar la vulneración de derechos de autor o conexos, pues es en este punto donde mayores riesgos y debilidades presenta el sector de la televisión. Si la difusión de contenidos audiovisuales no cuenta con una normativa drástica y efectiva que impida la piratería tanto de señales como de contenidos, los productores y programadores no podrán sobrevivir debido al alto costo que representa el montaje y difusión de cada obra audiovisual o proyecto televisivo.
Pero este tema normativo no puede venir solo, pues debe estar acompañado de un proceso formativo, donde el usuario debe entender que los contenidos que viajan por las redes no son de dominio público, sino que detrás de estos existe un derecho de propiedad, por lo que el respeto por los derechos de autor resultan de gran importancia.
En razón a lo anterior, el reto regulatorio al que se enfrenta el sector e industria de la televisión no puede ser afrontado de forma local, sino que debe ser trabajado dentro de un marco global, que permita integrar a todos los actores de forma homogénea y de forma acertada para satisfacer tanto los intereses generales como particulares, sin que en ningún momento unos primen sobre otros, en procura de lograr un servicio de televisión cada vez más incluyente, productivo, seguro, atractivo y eficiente.