Litigio electrónico, blockchain y procesos judiciales
08 de noviembre de 2018Contenido
La tecnología blockchain puede ayudar a mejorar el sistema judicial colombiano, que además de tener una infraestructura limitada, está congestionado por la gran cantidad de procesos judiciales.
Los avances tecnológicos tienen el poder de romper el paradigma del proceso judicial tradicional. Esto es, dejar de pensar en el espacio y en los expedientes físicos. En últimas, es dejar de pensar en las limitaciones de la infraestructura.
Blockchain o cadena de bloques es una estructura de datos en la que se registran operaciones en la nube de una forma segura y transparente.
Un proceso judicial podría ser más eficiente si se utilizaran avances tecnológicos como blockchain. No se trata solamente de poder revisar el estado del proceso por internet ni de poder notificar por correo electrónico. Con blockchain se podría mejorar el acceso y la administración de justicia en todas las etapas de un proceso judicial.
Soportar un sistema judicial en la tecnología blockchain podría solucionar problemas como la demora en la expedición de oficios y títulos de depósitos judiciales, la pérdida de documentos de los expedientes y alteración de los títulos ejecutivos, entre otros.
La tecnología blockchain puede ayudar a tener expedientes totalmente electrónicos con acceso rápido a la información de forma segura y eficiente.
Si se implementara esta tecnología blockchain en un proceso judicial, la demanda se radicaría por internet y el sistema seleccionaría automáticamente al juez que va a conocer del proceso. Por su puesto, se deben respetar los criterios de competencia y de reparto de los procesos.
A partir de la radicación de la demanda, cada actuación del juez o de las partes se haría a través de blockchain. Esto garantizaría que la información en un proceso judicial sea segura e incorruptible.
Todos los escritos, decisiones y etapas del proceso quedarían en la cadena de bloques de una forma organizada y garantizando la publicidad de las actuaciones.
El expediente de un proceso judicial estaría disponible para el juez y para las partes, de tal forma que cualquiera de ellos tendría acceso ilimitado al expediente sin comprometer la labor del juez.
Utilizando blockchain, el expediente nunca entraría al despacho del juez para una decisión porque el juez tiene disponible en todo momento el expediente y podría proferir las decisiones en cualquier momento.
Algo similar podría ocurrir con los oficios y con los depósitos judiciales. En estos casos se generaría un bloque o propiedad que solamente puede transferirse a la parte que le corresponda. Una vez esa parte lo reciba, puede transferírselo a terceros.
Por ejemplo, el juzgado expide un oficio de embargo de un inmueble. Utilizando blockchain, el oficio solo estaría disponible para la parte interesada y cuando reciba el oficio podría radicarlo virtualmente en la oficina de registro de instrumentos públicos.
Conectar por completo un proceso judicial y sus actuaciones a través de blockchain facilitaría los trámites, garantizaría la seguridad de la información y agilizaría el tiempo de duración de los procesos haciéndolos más eficientes y transparentes.
Actualmente algunas entidades públicas están implementando avances tecnológicos para mejorar su gestión.
Por ejemplo, se está implementando blockchain para garantizar la seguridad y la transparencia de la información de los predios y sus propietarios en el programa de restitución de tierras.
En otro ejemplo, la Superintendencia de Sociedades adquirió un robot llamado Siarelis, que tiene la función de asesorar a esa entidad a la hora de solucionar conflictos societarios.
Entonces, la implementación del blockchain en el sistema judicial sí es posible. Podría ser demorada, pero lo cierto es que no podemos quedarnos atrás frente a los desarrollos tecnológicos.