Crowdfunding: ¿Quién gana y quién pierde?
05 de mayo de 2021Contenido
La Superintendencia Financiera de Colombia a través de la Resolución 0300 de 2021 autorizó la capitalización de las pequeñas y medianas empresas a través de la plataforma de financiación colaborativa a2censo, administrada por la Bolsa de Valores de Colombia.
Este es un hito importante hacía la democratización del crédito y el fortalecimiento de los mecanismos alternativos de financiamiento de las pequeñas y medianas empresas en Colombia, las cuales por años han tenido grandes barreras para acceder a fuentes de financiamiento.
Las pymes, a través de la plataforma de a2censo, podrán acceder a financiación de deuda y de capital, esta última mediante acciones y notas convertibles. Esto sin lugar a duda dará una mayor visibilidad a las pymes y un mayor acceso a potenciales inversionistas.
Ahora bien, desde el punto de vista de los inversionistas, será una muy buena oportunidad para diversificar sus portafolios de inversiones más allá de los productos tradicionales. Los inversionistas tendrán la oportunidad de adquirir acciones de pequeñas y medianas empresas esperando que se conviertan en el próximo unicornio.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Como en cualquier inversión, hay un componente de riesgo derivado del fracaso corporativo o mal manejo de la compañía emisora. Es un riesgo que se asume al momento de concluir este tipo de inversiones.
Adicionalmente, hay un alto riesgo de liquidez. La falta de un mercado secundario organizado donde se puedan negociar los valores de financiación colaborativa representativos de capital social crea una limitación e incertidumbre en la negociación de estos instrumentos.
Por lo tanto, aunque es evidente que estamos encaminados correctamente hacia la creación y fortalecimiento de un mercado primario, no hay claridad suficiente sobre el mercado secundario de estos valores. Sin un mercado secundario organizado estos valores terminarán siendo instrumentos ilíquidos de muy difícil negociación. La falta de un mercado secundario organizado para este tipo de valores limitará el crecimiento de este mercado emergente.
Es por esto, que el regulador junto con la Bolsa de Valores de Colombia deben encontrar la forma de construir un mercado secundario para estos instrumentos, que genere la liquidez suficiente para asegurar el éxito de este nuevo mercado.
El modelo de financiación colaborativa tiene todo el potencial para ser un éxito en Colombia. Las nuevas generaciones están altamente atraídas por estos modelos disruptivos de democratización del crédito. Hay un gran descontento con el sector financiero tradicional. Por lo tanto, estos modelos alternativos de financiamiento proporcionan la flexibilidad que los emprendedores y nuevos inversionistas están buscando. Modelos innovadores sin la necesidad de intermediarios financieros tradicionales. En todo caso, será necesario trabajar en la construcción de un mercado secundario organizado y eficiente.