Negociaciones con Nueva Zelanda y Australia y las preocupaciones del sector lechero
16 de julio de 2018Contenido
*Socio de Ibarra Abogados.
A punto de culminar el mandato del presente Gobierno, existe incertidumbre sobre el futuro de los productores de leche colombianos. La incorporación de Canadá, Singapur, Nueva Zelanda y Australia como Estados Asociados a la Alianza del Pacífico, ha traído consigo revuelo entre la industria lechera, que aguarda con preocupación el resultado de las negociaciones de los tratados de libre comercio con estos países.
Según cifras oficiales, el sector lechero colombiano representa 2,3% del PIB nacional y 24,3% del PIB agropecuario y genera por encima de 700.000 empleos directos. En 2017, el volumen de acopio por parte de la industria formal a los productores fue de aproximadamente 3.380 millones de litros.
El nerviosismo del sector radica en que Nueva Zelanda constituye uno de los principales productores y exportadores de leche y sus derivados en el mundo.
Este país registró una tasa promedio de crecimiento anual de 26% y en 2017 sus exportaciones de leche alcanzaron las 328.330 toneladas.
Aunque con un volumen de producción menor, Australia también se erige como uno de los mayores exportadores de productos lácteos a nivel global y la mayor parte de su producción se destina al mercado de exportación.
A pesar de que en el primer trimestre del año en curso las importaciones de lácteos a Colombia se han reducido 23,9% y las exportaciones han aumentado 180%, la eventual entrada de estos productos provenientes de Nueva Zelanda y Australia, sin el pago de aranceles, ha generado pánico en la industria nacional, teniendo en cuenta que los precios de exportación de esos países son los más bajos del mercado internacional.
Ante el panorama descrito, asociaciones gremiales como Asoleche y Analac han solicitado al Gobierno la exclusión de este sector de las negociaciones de estos Tratados de Libre Comercio.
El TLC vigente entre Colombia y Canadá excluye al sector lácteo. Se ignora aún si el gobierno colombiano solicitará esta exclusión de los tratados con Singapur, Nueva Zelanda y Australia.
Si bien es entendible que el Gobierno pretenda, con estos acuerdos, generar un espacio para que Colombia adquiera una mejor posición en las cadenas globales de valor y extienda sus intercambios comerciales hacia países de la región Asia Pacífico, que cuentan con mercados prósperos y dinámicos en aras de atraer la inversión a Colombia, no se puede ignorar que las preocupaciones de los productores de leche colombianos son legítimas y justificadas, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de estos países es excedentaria.
Lo anterior indica que en las negociaciones se deben adelantar sin premura y con especial cautela.
Es también deseable que, como mínimo, busque negociar medidas de defensa comercial de emergencia lo suficientemente ágiles para adoptar correctivos inmediatos y eficaces frente a la amenaza que representan esas importaciones.
De ahí que, el reto para el Gobierno, cualquiera que sea el que culmine estas negociaciones comerciales, es lograr un acuerdo lo menos lesivo posible para los productores de leche nacionales.