Bogotá: TLC de las regiones
22 de enero de 2016Contenido
Casi 50% del parque automotor colombiano se encuentra en esta ciudad que aporta cerca del 30% del PIB y no es alcanzada siquiera por la suma del PIB de Antioquia y el Valle. Hace unos meses este diario mencionaba que el presupuesto de Bogotá equivale a la suma de los de Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira y Bucaramanga; el aeropuerto internacional ElDorado está movilizando alrededor de 27 millones de pasajeros al año contra los poco más de 4 millones del José María Córdova. Grandes empresas del país como el Éxito, Grupo Nutresa, Sura, Argos y Bancolombia han encontrado en esta ciudad un enorme mercado que les ha permitido crecer sensiblemente e irrigar recursos a sus regiones de origen. Si no estoy equivocado, casi el 50% de lo que vende Éxito en el país lo compra Bogotá.
Más allá de las ventajas citadas, los empresarios de otras regiones gozan en Bogotá de un derecho que aquí se reconoce a plenitud: no se discrimina a una empresa por el hecho de ser, por ejemplo, antioqueña. La actitud de quienes somos naturales o residimos en Bogotá expresa la apertura total con que la única metrópoli que tiene Colombia acoge a ciudadanos de cualquier rincón de la geografía nacional, sin perjuicio de que no ocurra siempre lo mismo con las empresas bogotanas que tratan de incursionar en algunas ciudades regionalistas donde silenciosamente se les boicotea por ser “rolas”.
Abrir las puertas del gigantesco mercado bogotano a todos los colombianos dispuestos a gozar plenamente del derecho a la libre competencia, y que estén decididos a superarse y crecer económica y socialmente nos garantiza empleo, impuestos y todas las ventajas educativas y culturales que solamente una ciudad con la economía y el tamaño de esta puede ofrecer.
De modo que por esta ocasión en esta columna de la sección de Asuntos Legales abordo un tema social, económico y cultural que se basa, justamente, en la innecesaria existencia de un instrumento jurídico como un TLC.
Es una invitación a los innovadores, a los emprendedores, a los colombianos que quieren salir adelante; instalen sus empresas aquí y benefíciense de las facilidades legales derivadas de la ausencia total de discriminación: ustedes son la razón de la incuestionable y tradicional fortaleza económica de Bogotá.
Naturalmente tenemos problemas de diversa índole pero tómense la molestia de contar el número de establecimientos educativos de la ciudad, la cantidad inigualable de maestrías y doctorados ofrecidos, el número, tamaño y volúmenes de ventas de los centros comerciales, la cantidad de teatros y salas de cine.
Cerca de 92% de las multinacionales que operan en Colombia tienen sede en Bogotá y los más grandes bufetes de abogados -gigantes en comparación con las pequeñas firmas locales- asesoran las más grandes operaciones comerciales del país: las cifras de Bogotá son la medida de los sueños y esperanza de sus emprendedores.