fuerza aérea

Sic Itur Ad Astra

09 de julio de 2024

Jairo Fierro Garzón

Ari Consulting Group – Socio
Canal de noticias de Asuntos Legales

Contenido

“Sic Itur Ad Astra”, es una frase tomada de La Eneida, del poeta Virgilio y que en español significa “Así se va a las estrellas”, esta adorna el escudo de la actual Fuerza Aérea Colombiana, hasta hace poco Fuerza Aeroespacial. Palabras resonaron con fuerza en mi mente y durante mi visita a la Escuela Militar de Aviación de la Fuerza Aérea Colombiana (EMAVI), ubicada en la Base Aérea “Marco Fidel Suárez” en la ciudad de Cali. En cada rincón de esta institución de educación superior se respiran esfuerzo, perseverancia y determinación, valores fundamentales que forjan el carácter de los futuros guardianes del cielo colombiano.

Durante esta visita y al compartir un almuerzo en el casino con los cadetes y alféreces, escuché sus sueños y respondí a sus innumerables preguntas. Esto me hizo reflexionar profundamente sobre estos valientes jóvenes, hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por los colombianos. Su doctrina es clara: protegernos, incluso a costa de su propia vida. En verdad, el privilegio fue todo mío.

La formación en la EMAVI, fiel a su misión, no solo busca formar oficiales, sino también profesionales en diversos campos aeronáuticos. Su modelo Estrella se sustenta en cinco componentes esenciales: militar, deportivo, líder aeronáutico, profesional y servicio. Actualmente, la EMAVI ofrece programas de formación en administración aeronáutica, ingeniería mecánica, ingeniería informática y ciencias militares aeronáuticas, preparando a sus cadetes para enfrentar los desafíos del futuro con excelencia.

En esta misma base militar se encuentra el Centro de Operaciones Espaciales de la Fuerza Aérea Colombiana (SOpC - Space Operations Center). Este centro es capaz de realizar análisis de información geoespacial de observación de la Tierra y otras aplicaciones, integrando el procesamiento de datos y el análisis de Big Data.

A través de programas como el FACSAT I y FACSAT II Chiribiquete, Colombia ha puesto en órbita dos nanosatélites, posicionándose como un referente en la región. Estos logros no solo inspiran a los futuros oficiales a incursionar en distintos proyectos aeroespaciales, sino también a toda la comunidad educativa nacional.

En cuanto al FACSAT I, satélite construido en Dinamarca y lanzado en 2018 con una vida útil estimada entre 3 y 5 años; es importante señalar que actualmente ya no se encuentra en órbita debido a que ha completado su tiempo de operación. No obstante, durante su actividad, fue un satélite de observación utilizado para imágenes y para la protección y preservación de los recursos naturales.

Por su parte, el FACSAT II fue puesto en órbita en 2023 con el apoyo de la empresa privada. Este satélite de observación cuenta con mejoras significativas en su resolución y precisión, y está diseñado para cumplir diversos objetivos, entre ellos se incluye la adquisición de información para el análisis de gases de efecto invernadero, el monitoreo y seguimiento de amenazas ambientales, la vigilancia de infraestructura crítica, así como el análisis de selvas y cuerpos de agua.

Si bien estos avances han sido gran importancia para Colombia, es urgente que nuestros legisladores impulsen la creación de una política aeroespacial nacional. Esta política debe abordar y contener, al menos, la solución a temas cruciales como la observación y monitoreo, las comunicaciones, la seguridad y defensa, la investigación científica y el desarrollo económico. Estas capacidades son fundamentales para enfrentar los desafíos globales del mundo actual.

*Jairo Fierro Garzón, Ari Consulting Group – Socio