La lección de Delhi: Colombia necesita superlative injunctions
25 de julio de 2025Contenido
Con el paso del tiempo, la piratería digital se ha convertido en un fenómeno global, cada vez más sofisticado y desafiante para las regulaciones tradicionales. Ya no se trata únicamente de una película pirata subida a una página web rudimentaria; hoy existen escenarios más complejos, como el streaming ilegal de eventos deportivos, conciertos, películas o series, y la proliferación de apps que distribuyen contenido sin autorización, lo que vulnera los derechos de autor de múltiples titulares y genera pérdidas económicas para las industrias de contenidos.
Los infractores digitales han desarrollado formas ingeniosas de ejecutar sus acciones ilegales; emplean mirror sites, crean variantes alfanuméricas de un mismo portal infractor, utilizan servidores alojados en distintas jurisdicciones e incluso han migrado a las apps, lo que hace que las medidas cautelares tradicionales resulten insuficientes. Para cuando se logra una orden judicial, los infractores ya han mutado su operación, dejando ineficaz cualquier decisión previa.
Recientemente, la High Court of Delhi emitió la sentencia Star India v. IPTV Smarter Pro & Ors, en la que introdujo la figura del superlative injunction. Esta medida es una versión extendida de la dynamic injunction, pues no solo permite bloquear sitios web específicos, sino hacerlo en tiempo real, extendiéndose a variantes, mirror sites y apps infractoras aún no identificadas, sin necesidad de presentar múltiples solicitudes; una única orden judicial basta para lograr un bloqueo efectivo y continuo, garantizando la protección de los derechos de autor.
En Colombia, el artículo 590 del CGP faculta a los jueces adoptar medidas cautelares innominadas, permitiendo que, al igual que ocurrió en India, la solución sea jurisprudencial. El desafío está en que estas medidas se aplican bajo esquemas pensados para escenarios tradicionales, pero la piratería digital exige respuestas más ágiles y adaptadas al entorno digital.
Aunque la DNDA y los jueces civiles han logrado el bloqueo dinámico de sitios web y apps infractoras, el proceso sigue siendo fragmentado y no contempla las distintas variantes de infracción, lo que alarga su duración. Esa es la diferencia con el modelo de India: un superlative injunction permite actuar de manera continua y oportuna frente a nuevas y múltiples infracciones, sin tener que acudir reiteradamente al juez.
Un modelo así podría implementarse en Colombia mediante una decisión judicial, aprovechando las herramientas del CGP; tanto los jueces civiles como la DNDA deberían aplicar esta medida de manera más adaptada al entorno digital, permitiendo una respuesta ágil y efectiva frente a nuevas infracciones, evitando trámites repetitivos y dando claridad a los proveedores de servicios de internet sobre cómo actuar, fortaleciendo así la protección de la PI. Más aún teniendo en cuenta que, según la Revista Semana (2024), en Colombia más del 40% de los hogares con internet consumen contenido pirata, lo que revela la magnitud del problema y la urgencia de adoptar soluciones más eficaces.
Si bien en Colombia se han dado pasos hacia medidas dinámicas, estas se aplican de forma limitada. No existe una figura equivalente al superlative injunction que habilite bloqueos en tiempo real frente a múltiples formas de infracción, con una única orden judicial. Esa es la lección de Nueva Delhi: la piratería digital no se combate con herramientas tradicionales, sino que requiere soluciones procesales más modernas y eficaces.