Ley 2495 de 2025: Un impulso decisivo para las empresas familiares
13 de diciembre de 2025Contenido
En Colombia, las empresas familiares son el corazón de la economía, donde de acuerdo con Confecámaras el 85% de las empresas en Colombia tienen origen familiar. Este dato refleja no solo su peso en la generación de empleo y riqueza, sino también los retos que enfrentan en materia de formalización, acceso a financiamiento y sostenibilidad. En este contexto, la Ley 2495 de 2025, marca un hito al reconocer y fortalecer este tipo de organizaciones mediante un conjunto de incentivos y herramientas diseñadas para consolidar su papel como motor de desarrollo económico y social.
Dentro de los aspectos clave de la ley se encuentran:
a). Sello “Hecho en Familia”: se trata de una herramienta de posicionamiento que permitirá a las empresas familiares diferenciarse en el mercado, generar confianza en los consumidores y acceder a campañas de promoción lideradas por entidades gubernamentales.
b). Exención de matrícula mercantil: Las empresas familiares que inicien operaciones después de la promulgación de la ley estarán exentas del pago de matrícula mercantil. Esta medida reduce costos iniciales y fomenta la formalización, uno de los principales desafíos para este segmento empresarial.
c). Acceso preferencial a crédito: la ley contempla líneas especiales de financiamiento a través del Grupo Bicentenario y Bancóldex, con condiciones favorables para proyectos de expansión, innovación y sostenibilidad.
La Ley 2495 no solo ofrece beneficios tangibles, sino que también envía un mensaje simbólico: la familia es un actor estratégico en la economía nacional. Al incentivar la formalización y el acceso a recursos, la norma contribuye a cerrar brechas estructurales y a consolidar un ecosistema empresarial más inclusivo y competitivo. Estos esfuerzos locales se armonizan, además, con lo que sucede en el contexto internacional, en el que más del 10% de las empresas familiares con altos estándares de desempeño son aquellas que cuentan con mejores niveles de formalización y profesionalización, según el “Global family business report 2025” de KPMG.
Aunque la ley establece un marco favorable, el verdadero desafío será su implementación. Las empresas familiares suelen enfrentar problemas de sucesión, falta de profesionalización y resistencia al cambio. Si bien los incentivos financieros y la capacitación son positivos, será crucial que las entidades encargadas articulen esfuerzos para evitar la dispersión de programas y garantizar que los beneficios lleguen a las regiones donde predominan estas empresas. Además, la creación del sello “Hecho en Familia” debe ir acompañada de campañas de sensibilización para que el consumidor lo reconozca y lo valore como un atributo diferenciador.
Si bien la Ley 2495 representa un avance significativo, su éxito dependerá de la claridad y efectividad con que se definan los incentivos complementarios. La articulación entre gobierno, gremios y empresas será clave para que esta apuesta normativa se traduzca en crecimiento real y en la preservación del legado familiar como pilar del desarrollo económico colombiano.