Disputas internacionales

Arbitraje expedito: ¿Una solución eficaz para disputas comerciales internacionales?

20 de diciembre de 2024

Samuel Hernández Lizarazu

Asociado senior de Litigio & Resolución de Controversias en Gómez Pinzón
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Conciliar rapidez con calidad, como anunciaba Calamandrei, es la esencia de la administración de justicia. Esta labor exige prudencia, reflexión y habilidad para simplificar lo complejo, discerniendo lo esencial de lo accesorio; virtudes igualmente aplicables a los árbitros y a quienes apoderan a las partes.

El arbitraje, antiguo como la labor judicial, destaca por su promesa de celeridad y solución experta. Sin embargo, su prontitud ha mermado frente a los avances de la justicia estatal y otros mecanismos más ágiles, dejando rezagadas sus ventajas en un mundo comercial que va a otro ritmo.

Ante esta realidad, la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (Uncitral) y entidades como la Cámara de Comercio Internacional (ICC), y Centros de Arbitraje de Estocolmo (SCC), Singapur (Siac), Hong Kong (Hkiac) y Londres (Lcia), han impulsado desde hace décadas el arbitraje expedito: un procedimiento simplificado, flexible, menos costoso y, sobre todo, eficaz. Pero ¿qué tan extendido es su uso?, ¿cuáles son sus ventajas y limitaciones?, ¿es una solución efectiva para disputas comerciales internacionales?

El arbitraje expedito es una versión resumida del tradicional que introduce cambios clave. En lugar de tres árbitros y plazos prolongados, se designa un solo árbitro y se establecen tiempos más cortos. También se permite, previa consulta, omitir audiencias presenciales, limitar pruebas testimoniales y reducir la extensión de escritos, adaptándose a las necesidades del caso. Este mecanismo puede ser pactado por las partes o determinado por las reglas aplicables.

En 2023, sectores como construcción, ingeniería y energía representaron el 45% de los casos sometidos a arbitraje expedito. La SCC reportó que los contratos de servicios y compraventa de acciones son los más frecuentes en este tipo de procedimientos. Además, la ICC observó que la duración media de estos casos pasó de 9,1 meses en 2017 a 6,5 meses en 2023, y que el 65% de los laudos se entregó en un plazo de seis meses desde la conferencia inicial.

Entre las principales ventajas del arbitraje expedito se destacan la reducción de costos, mayor rapidez, preservación de relaciones comerciales y flexibilidad procesal. Es especialmente útil para disputas centradas en cuestiones de derecho o que no requieren extensa prueba documental o testimonial. Y es que muchas decisiones se basan principalmente en documentos o dictámenes, dejando los testimonios orales como complementarios más que determinantes.

No obstante, este modelo también enfrenta desafíos. Las partes deben renunciar a ciertos derechos procesales y adaptarse a plazos estrictos, lo que puede generar tensiones. Por lo demás, siempre persiste el reto de equilibrar celeridad y calidad.

El arbitraje expedito se perfila como una herramienta eficaz para la resolución de disputas comerciales internacionales (¿por qué no las nacionales?), especialmente en sectores que demandan soluciones ágiles. Aunque implica sacrificios, sus ventajas lo hacen una opción atractiva y de creciente popularidad. Con el respaldo de las instituciones y el compromiso de las partes, su uso puede ser exponencial, en particular porque tiene ventajas frente a otros mecanismos, como la amigable composición; pero esto podría ser materia de otro análisis.