Fuero de pre pensionado: Desconexión entre las reformas pensional y laboral
01 de octubre de 2024Contenido
La reciente reforma pensional en Colombia plantea importantes desafíos para los empleadores, especialmente en relación con el fuero de pre pensionado. A medida que se redefinen los parámetros de acceso a la pensión, surge una preocupación: ¿cómo garantizar el cumplimiento de la nueva normativa sin comprometer la estabilidad laboral y los derechos de los trabajadores?
Actualmente el fuero de pre pensionados está dirigido a los trabajadores afiliados al Régimen de Prima Media con Prestación Definida (RPMD) que les haga falta tres años o menos para alcanzar el mínimo de semanas requeridas. Por otro lado, para los afiliados al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS), el fuero se aplica igualmente a aquellos que se encuentren cerca de completar el mínimo de semanas requeridas para la garantía de pensión mínima, sin embargo, con la implementación del nuevo sistema de pilares, los empleadores deben adaptarse a un marco legal más complejo que exige un monitoreo más estricto.
Uno de los cambios más relevantes en la reforma pensional es la reducción progresiva de las semanas de cotización exigidas para las mujeres. En 2025, se requerirán 1.275 semanas; en 2026, 1.250, y este proceso continuará hasta llegar a las 1.000 semanas establecidas en la Ley. Esto coloca a los empleadores en una posición vigilante ya que deben llevar un control riguroso de las semanas cotizadas y de la historia laboral de cada trabajadora, especialmente aquellas que están cerca de la jubilación, pues la estabilidad laboral y el bienestar de los trabajadores deben ser la prioridad en este proceso, y es responsabilidad de las empresas respetar el fuero y aplicar este cambio de manera efectiva.
Considerando esto, los empleadores enfrentarán un desafío significativo al determinar el alcance del fuero de pre pensionado: la variabilidad, la opción de pensión anticipada para afiliados con más de mil semanas y la protección específica para mujeres con hijos, puede dificultar la identificación de quiénes son elegibles para esta protección. Este panorama exige que los empleadores mantengan un sistema de seguimiento eficiente y actualizado.
Finalmente, en relación con la reforma laboral, se observa que el fuero de pre pensionado no está alineado con el nuevo sistema pensional, ya que se mantiene la división entre regímenes pensionales y la existencia de la garantía de pensión mínima. Esta falta de integración de las protecciones laborales y los cambios en la legislación pensional puede generar confusión y conflictos, tanto para los empleadores como para los trabajadores. Esta desconexión podría no solo aumentar la litigiosidad, sino también deteriorar la confianza en las relaciones laborales.
En conclusión, los empleadores deben abordar y enfrentar estos desafíos con una estrategia clara y un enfoque proactivo. La adaptación a un entorno laboral cambiante es esencial para proteger los derechos de los trabajadores y garantizar el cumplimiento de la normativa. La planificación y la capacitación en las áreas de recursos humanos será indispensable para mitigar riesgos y asegurar una transición sin traumatismos hacia el nuevo marco pensional.