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En Colombia, las sociedades de familia son una fuente significativa de riqueza del país, no solo dentro del grupo de Pyme, sino de los grandes conglomerados familiares empresariales que han subsistido a través de generaciones. No obstante, por su misma naturaleza familiar, estas sociedades enfrentan distintos tipos de conflictos que las afectan patrimonial y administrativamente. Estos problemas nacen por la coexistencia de vínculos familiares y no familiares dentro de la empresa, que, de no preverlos, llevan a que la mayoría de las empresas familiares no sobrevivan a su tercera generación. Se ha identificado que este tipo de conflictos usualmente nacen en sociedades familiares que no cuentan con una planeación patrimonial y sucesoral sólida ni una implementación de buenas prácticas de gobierno corporativo.
¿Qué problemáticas o conflictos de interés pueden surgir en este tipo de sociedades?
Este tipo de sociedades presentan conflictos muchas veces causados por la ausencia de una buena planeación patrimonial y sucesoral de la empresa. Al no establecer pautas claras frente a los requisitos que deben cumplirse para ocupar cargos dentro de la empresa, surgen problemas con respecto a la falta de idoneidad de ciertos aspirantes, los cuales, siendo miembros de la familia, no cuentan con la experiencia ni perfil para el cargo.
La flexibilidad en no establecer estas pautas con antelación conlleva usualmente a resultados negativos en el manejo y administración de la sociedad. Por otro lado, al surgir nuevas generaciones dentro de la familia, indiscutiblemente nacen nuevos intereses y prerrogativas que muchas veces no coinciden con la misión fundacional de la empresa. De aquí emana la importancia de tener una planeación sucesoral básica que integre los deseos de los miembros activos e inactivos de la sociedad.
Aunando a lo anterior, el Oficio 220-000675 del 7 de enero de 2022 expedido por la Superintendencia de Sociedades establece algunos tipos frecuentes de conflictos de interés que pueden surgir en una sociedad familiar. Entre estos, la falta de claridad dentro de los acuerdos de accionistas y la emisión de votos a favor o en contra no basada en razones objetivas de la empresa.
¿Cómo se puede reducir el riesgo de que existan este tipo de conflictos?
Una de las soluciones más completas para prever posibles riesgos futuros derivados de contingencias entre familiares es establecer un protocolo familiar donde se convengan de forma clara las reglas, los valores, la preparación para las siguientes generaciones, las políticas de compensación y las reglas de juego para familiares y terceros no familiares.
Este último punto es vital, ya que Juan Carlos Cuesta Quintero y Carlos Díaz, expertos en este tipo de sociedades, recomiendan una diversificación de familiares y terceros no familiares al interior de los órganos de la sociedad para un adecuado manejo y disminución de posibles conflictos de intereses entre los miembros de familia.
La coexistencia de estatutos sólidos, un protocolo familiar y la implementación del gobierno corporativo de la empresa, procura proteger a la sociedad familiar y blindarla de posibles conflictos futuros que la afecten irremediablemente.
De esta forma, se hace importante integrar a todos los miembros de la sociedad para que ellos mismos decidan la hoja de ruta que quieran seguir, no solo ellos, sino las generaciones por llegar.