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En el dinámico mundo empresarial, las empresas familiares desempeñan un papel fundamental, aportando no solo estabilidad económica, sino también valores arraigados en la tradición y la unidad familiar. Sin embargo, el éxito de estas empresas a menudo se ve amenazado por riesgos relacionados con la corrupción.
Por ese motivo, es importante explorar algunas herramientas anticorrupción diseñadas especialmente para integrarse en protocolos de familia de las empresas familiares. Esto con el objetivo de fortalecer las bases que sustentan el éxito de la empresa familiar a largo plazo.
La primera de esas herramientas es la transparencia en la información. Para las empresas familiares es valioso llevar trazabilidad de las operaciones que realizan, toda vez que ayuda a mitigar el riesgo asociado con el lavado de activos y financiación del terrorismo. En los casos en que exista un protocolo de familia, es incluso importante revelar información necesaria de las operaciones a los accionistas y miembros del protocolo.
La segunda herramienta es desarrollar los negocios de una manera ética. Esta forma de hacer negocios permite a la empresa familiar evitar riesgos en la reputación, así como la ocurrencia de litigios que puedan amenazar el patrimonio de la familia. Así mismo, no solo es importante actuar de manera ética en los negocios, sino también en todas las relaciones entre la familia y la empresa, puesto que ayuda a evitar conflictos al interior de esta.
La tercera herramienta es el nombramiento de un revisor fiscal para la empresa de familia. Si bien no es un requisito obligatorio para todas las empresas, la presencia de un revisor fiscal con funciones definidas es apropiado para ejercer una supervisión constante de la empresa familiar. Esto también permite respaldar los procedimientos internos. Sin embargo, vale la pena resaltar que el revisor fiscal debe ser un tercero independiente, completamente autónomo e imparcial frente a los miembros de la familia, del Consejo de Familia y de los directores de la Sociedad.
En cuarto lugar, se encuentran los mecanismos de conocimiento de contrapartes. Este procedimiento de debida diligencia implica la realización de investigaciones por parte de la empresa y que les brinda conocimiento previo de los clientes, proveedores, e incluso empleados con los que contratará. Estas investigaciones deberán ser óptimas a las circunstancias y características de la industria en que opera la empresa familiar. Similar a lo que ocurre con la transparencia en la información, esta herramienta permite prevenir los riesgos de lavado de activos y financiación del terrorismo.
Por último, se encuentran las limitaciones a las facultades de los representantes legales. Esto puede ocurrir cuando el representante legal requiere de la aprobación de la Asamblea General de Accionistas o de la Junta Directiva de la empresa familiar para celebrar determinados tipos de contratos o para celebrar ciertos contratos por un encima de un monto particular. Esta clase de límites son comunes en las Sociedades y mitigan actuaciones indeseadas por parte del representante legal.
Las anteriores herramientas, organizadas y planeadas de manera adecuada, permitirán reducir riesgos asociados a la corrupción. Así mismo, adoptar estas herramientas, no sólo ayudará a preservar el legado a largo plazo de la empresa familiar, sino que también fortalecerá la reputación y la confianza de la empresa, tanto al interior como al exterior de la misma.